jueves, 27 de febrero de 2014

EL LADO ARTÍSTICO DE MI PADRE

Para los que son habituales lectores de mi blog estarán acostumbrados a que, de vez en cuando, yo suba dibujos, ilustraciones y hasta pinturas realizadas por mí. No sé si lo he promocionado lo suficiente, pero por si las dudas, les pongo aquí el enlace a mi página en DeviantArt. Aquí pueden ver un poco más de las cosas que dibujo, algunos cómics, de la época en la que hacia cómics, y un par de cosillas más.

El punto de este post es que, las cosas siempre suceden a causa de algo. Y en esta ocasión quiero presentarles una de las fuentes de mi inclinación artística. Este post está dedicado al lado artístico de mi papá. Les presento al señor Arturo Arizpe.


A primera vista puede parecer extraño que yo sea hijo de este señor, es una lástima que yo no haya heredado su buena presencia, pues ahí donde lo ven, ya muy mayor, con un micrófono en la mano, (no tengo idea de lo que estaría diciendo) y usando ropa que, hoy estaría de moda, pero en los 90s (momento en que fue tomada la fotografía) no, de joven fue bien parecido. Aún hoy, encontrándose en la tercera edad, sigue conservando la elegancia de un temprano “baby boomer”.

No obstante, la elegancia y mi papa nunca fueron muy de la mano. Él y yo no compartimos gustos musicales, a pesar de que actualmente yo escucho la música que él pudo (y debió) haber escuchado en su juventud, pero nunca lo hizo. Sus gustos musicales se decantan por la música grupera, la banda, y básicamente la música que se pone en las cantinas… las cuales si que tienen mucho que ver con mi papá, o viceversa.

Su gusto por los libros también fue notable… notablemente nulo. Básicamente, los libros (no académicos) entraron a mi casa hasta que, siendo yo un adolescente, empecé a comprarlos por mi cuenta.

La mayor conquista de mi papa, en cuanto a lectura, fue la lectura diaria del periódico. Al leer el periódico, mi papá si fue muy aficionado, y quizás de ahí viene también mi gusto por los blogs, que serían más o menos los herederos del formato de columna periodística.

Pero fuera de las 28 páginas en blanco y negro del periódico “El Sol” de Monterrey, de los años 80s y 90s, mi papá más bien dedicaba su tiempo libre a otras cosas.

Una de esas cosas, que mi papá no podía dejar de hacer, era jugar baseball. Dicen que era muy buen jugador de baseball, dicen porque yo jamás lo vi jugar. Por mi parte lo único que sabía del baseball es que, es algo que mi papá hacia todos los sábados en la tarde, y de lo cual siempre llegaba a casa, después de la media noche, y en estado de ebriedad.

Supongo que el cantante José José fue también muy aficionado a jugar baseball.

Lo único en lo que si coincidimos mi papá y yo, (más o menos) fue en el gusto por el dibujo. Desafortunadamente mi papá nunca tuvo la oportunidad de dedicarse y desarrollarse completamente en el dibujo, básicamente porque es muy difícil dibujar estando ebrio. Aun así, algo de su arte se conservó, y ahora tengo la oportunidad de poner en Internet estos dibujos, que fueron hechos en su mayoría antes de que yo naciera.


Este es un caballo negro, pintado con acrílico, en un cuaderno de dibujo. Se trata de los primeros intentos serios de mi papá por realizar obras artísticas. Data de principios de los 70s.


En este dibujo, no tengo idea de que sustancias habrá experimentado mi papá, pero también fue a mediados de los 70s. A mi me gusta llamar a este dibujo "caballos psicodelicos, en medio de un mundo holográfico de 16 bits".


Aquí un ejercicio un poco mas depurado, no entiendo la fijación que tuvo mi papá por los caballos, incluso en mi casa existió una pintura al oleo con un par de caballos, que lamentablemente no se conservó hasta estos días. Resulta curioso que a lo largo de mi obra, yo casi nunca he dibujado o pintado caballos.

Mi papá dedicó toda su vida a ser obrero, específicamente fue soldador, para una de las empresas de producción textil mas importantes del país. Aunque no fue tan importante como para que no la vendieran a mediados de la década pasada, y en el proceso, fueran despedidos una gran cantidad de empleados, entre los cuales estuvo mi papá, un par de años antes de su jubilación. 


El logo que ven aquí pertenece a dicha empresa, que ya no existe. Mi papá solía participar en un concurso interno de dibujo, donde los trabajadores proponían el logotipo de seguridad que se utilizaría en ese año. Este fue uno de los varios años que mi papá ganó el concurso.



Este año también ganó mi papá. Y este es precisamente el año en que yo nací, por lo tanto muy seguramente mi papá realizó este dibujo mientras yo me gestaba en el vientre de mi mamá... ¿Por que me pongo a pensar en estas cosas mientras escribo?


Aquí otro dibujo del cuaderno de dibujo de mi papá. Se trata de un personaje de historietas de los 70s (creo) llamada Rarotonga. No se exactamente si mi papá fue lector de historietas en su juventud, pero de ser así, ese seria otro punto en el cual coincidimos, pues en mi juventud yo también leí historietas las cuales, una vez que llegue a la adultez, dejaron de interesarme.


Este es un cuadro al óleo, sobre lienzo. El original es de 50x40 cm. Y se trata obviamente de un barco, supongo que a mediados de los 70s las referencias eran muy pocas. Hoy en día yo habría pintado una nave espacial o algo por el estilo.


Aquí un cuadro de unos tigres, también en técnica al óleo, cuyo original es de 60x40 cm. Desconozco si mi papá le va al equipo de futbol de tigres (creo que si) pero aun así, nunca ha sido muy entusiasta del futbol. Sospecho que sol lo mira por conbeber... digo, por convivir. El maldito autocorrector de mi computadora me cambia lo que escribo.

Curiosamente existe una fotografía de la época en la que mi papá se encontraba pintando este cuadro. Prepárense para ver patillas de los años 70s a continuación.




Este es otro lienzo al óleo de 60x45 cm. Se trata de una vista del mirador del obispado, en Monterrey Nuevo León. No sé de que año sea esta imagen, (mi papá la pinto en los 70s) pero al parecer es verdad aquello que dicen de: "Cuando yo tenia tu edad, todo eso que se ve, era puro monte".

Con la llegada del nuevo milenio, y de mi adolescencia, realicé un par de dibujos junto con mi papá. El principal éxito de esto fue que no llegamos a los golpes.


Este logotipo se utilizó para algo relacionado con su trabajo. Fue realizado por él y al final yo solo le di unos cuantos toques. Como pueden notar, estamos al inicio de la era del diseño por computadora, evidenciado por el uso irreflexivo e irresponsable, del clipart.


Este es un diseño posterior, aproximadamente del año 2001. La idea fue de mi papá, aunque recuerdo que la mayor parte del dibujo lo hice yo. Además con el uso del triángulo, podríamos decir, que mi papá fue hipster mucho antes de que fuera mainstream.

Con estos ejemplos se pueden dar una idea de la locura el arte que corre por mis venas. Aún así, no tengo idea de donde pudo sacar mi papá esa inquietud por la pintura y el dibujo. El arte o la cultura nunca han brillado en ninguno de los dos lados de mi familia, a menos que yo sepa... tampoco es que haya indagado a demasiado.


Por último les muestro esta pintura, que aún se encuentra colgada en el comedor de mi casa. Es un óleo sobre lienzo, 60x40 cm, bodegón de frutas... nunca taxi.

lunes, 24 de febrero de 2014

RESIGNACION PARA TIEMPOS DE CRISIS


Cerca del lugar en donde vivo hay varios desarrollos urbanos que se han quedado abandonados, o por lo menos momentáneamente a medio construir. Todo tuvo su explicación cuando supe que la burbuja inmobiliaria, no solamente había afectado a Estados Unidos sino que estaba causando estragos alrededor del mundo. Obviamente estoy hablando del año 2008.

Todos hemos escuchado sobre la caída del banco Lehman Brothers, con lo cual un castillo de naipes, o mejor dicho de “ladrillos y concreto”, se vino abajo dejando en evidencia lo inflado que estaba en realidad el mercado de la construcción. Es decir que todo mundo estaba construyendo, pero sin ponerse a pensar en quien era el que iba a comprar. De esta forma finalmente nos hemos quedado con un montón de construcciones vacías, y un montón de personas que tienen que vivir amontonadas en espacios pequeños. Esa es la paradoja actual en muchos países, incluyendo México.

Pero solo necesitamos tirar un poco del hilo, para darnos cuenta de que en realidad la situación de la crisis actual que vivimos viene desde la burbuja de “las punto com” (en realidad es un lastre que arrastramos junto con el resto de las burbujas anteriores a ésta). Dicha burbuja fue alimentada por la entrada del neoliberalismo en buena parte de los países hispanos. Desde luego no estoy insinuando que el neoliberalismo sea algo malo, aunque algo de malo si que tiene. A lo que me refiero, es a que muchos de los países en los que entró el neoliberalismo, desde mediados de la década de los ochenta, no estaban preparados socialmente para este esquema económico y político. Esto si que a causado muchos problemas y conflictos, de los cuales los beneficiarios han sido los mismos de siempre.

Lamentablemente después de escuchar a varios economistas, de varias partes del mundo, uno llega a la conclusión de que, poco es lo que podemos hacer nosotros los ciudadanos de a pie respecto a esta crisis que llegó desde hace varios años. Y no será sino hasta dentro de unos cuantos años más (siendo optimistas) que esta crisis empiece a remontar poco a poco. Pero aunque sea poco lo que podamos hacer, también es muy cierto que tenemos que hacer algo, aunque de poco sirva, ya estamos en medio de esta situación y no nos queda de otra.

En este artículo me gustaría dejarles unas cuantas recomendaciones, pocas y muy obvias, que podemos llevar a acabo nosotros, no para mejorar la crisis, sino por lo menos para sobrevivir a ella, dentro de nuestras posibilidades.

Información es poder… por lo menos, un poco.

La primera recomendación que yo le haría a todo mundo sería mantenerse informados. Estar al pendiente de noticias en las redes sociales, en los medios convencionales, en todas las formas en las que puedan llegar a nosotros pedazos de la información con la cual tendremos que ir armando rompecabezas del panorama mundial. Aunque como ya les dije, de nada nos va a servir tener un panorama de cómo está la situación en general en el mundo (una big picture), pero no tener este panorama si nos puede perjudicar en nuestra vida, por ejemplo a la hora de tomar alguna decisión económica importante, o la prospección de las posibles formas en las que nuestra vida se pueda desarrollar.

Serenidad y paciencia.

La segunda recomendación, que yo les podría hacer seria tener fortaleza mental y emocional. Para esto es muy importante tomar en cuenta el punto número uno, que era mantenerse informado sobre la situación a nivel mundial. De esta forma tienes más elementos que puedan forjar tu fortaleza mental. Para tener fortaleza mental es necesario también tener fortaleza emocional, para esto es muy útil, por ejemplo, mantener un diálogo interno y comprender un principio vital que es que: “No somos responsables de todo lo que nos pasa”. Y créanme cuando digo que, dentro de los próximos años nos pasarán muchas cosas, de las cuales no seremos responsables, aunque muy probablemente los medios de comunicación tratarán de responsabilizar a los ciudadanos de lo que está pasando, como ya está sucediendo en otros países más golpeados por la crisis.

Debemos tener en cuenta que, de lo único que nosotros como personas, somos responsables es de nuestras acciones y de la forma en la que nos afectan las cosas externas. Es decir yo no soy responsable de que un banco entero se haya ido a la ruina, pero si soy responsable de la manera en la que esto puede afectar a mi estado de ánimo o afectar a la manera en la que realizo mis actividades diarias.

Otro ejemplo podría ser que, yo no soy responsable de que el banco se quede con alguno de mis inmuebles. Generalmente este tipo de cosas suceden solo cuando una persona no es capaz de pagar algún tipo de préstamo, o a causa de una situación financiera en especial. Pero dudo mucho que alguien en su juicio, y en posibilidad de pagar la deuda, no lo haga simplemente por el placer de no pagar. Todos queremos pagar nuestras deudas, lo mas pronto posible, y si no lo hacemos seguramente es por cuestiones ajenas a nuestra voluntad o capacidad. Por lo tanto ninguno somos responsables de no poder pagar algo, si estamos en una situación donde no podemos acceder a ningún ingreso económico debido a la situación actual.

Pero si soy responsable de no permitir que esta pérdida afecte por ejemplo mi vida laboral, o la vida con mi familia. Durante toda nuestra vida hemos escuchado esta frase clásica, donde nos dicen que “las cosas materiales no son lo más importante y lo que realmente importa es la familia, las amistades y en general las personas”. Bueno pues durante los próximos años vamos a tener muchas oportunidades de poner este viejo dicho en práctica. Por que de seguro no nos va a quedar de otra.

El consumismo esta en la mente.

Los recursos económicos dentro de los próximos años sufrirán una reducción muy visible, en todos los países. Mucha gente está dejando de comprar alrededor del mundo, esto debido también a la reducción de los recursos naturales del planeta, no es un secreto para nadie el hecho de que los seres humanos a diario consumimos demasiados recursos (algunos mas que otros por cierto), y aunque esto es conocido por todos tal pareciera que hemos decidido ignorarlo, y no sólo eso sino que además hemos decidido embriagarnos de consumismo. Pues parece que ahora hemos llegado al momento en el que tendremos que dejar nuestra borrachera, no porque queramos, sino porque se nos ha terminado el alcohol. Y lo peor de todo es que ahora nos tendremos que enfrentar al síndrome de abstinencia.

Esto me recuerda a algo que comentábamos en Antimateria Podcast. En una ocasion mi compañero Argel hablaba sobre la historia del budismo, particularmente la historia de la vida de Siddharta Gautama, posteriormente conocido como Buda. El cuál en las primeras etapas de su vida vivió adentro de un castillo, sin conocer ningún aspecto del exterior, dentro del cual nunca conoció el sufrimiento. Luego a salir de este castillo se dio cuenta de que todo lo que ha vivido había sido una fantasía, que la vida real no era lo que el había conocido hasta ese momento, y que la realidad se basaba en el dolor.

Quizás sería muy útil para nosotros, llegados a este punto de la economía mundial, en donde el capitalismo pareciera no dar más de si, adoptar la misma postura que Buda en su momento adopto frente al sufrimiento y el dolor. Según la opinión de algunos economistas nuestra economía hasta ahora ha sido una ilusión. Ahora nosotros, por nuestra parte, tendremos que enfrentar el hecho de que nuestra aparente bonanza de décadas anteriores, se ha ido para no regresar hasta dentro de mucho tiempo, y tendremos que enfrentarnos al dolor. Buda descubrió pronto que no se podía eliminar o eludir al dolor directamente. Decidió entonces atacar a la causa del dolor en lugar de al dolor mismo, el cual es el deseo.

La eliminación del deseo en las circunstancias económicas actuales quizás sea el enfoque mas positivo para nosotros. Aunque también será una postura muy difícil, pues nos encontramos sumergidos en una sociedad del consumismo. Probablemente debamos eliminar primero a la sociedad del consumismo, antes de poder eliminar al deseo, para de esa manera eliminar el dolor de la crisis.

Never cease, never surrender.

La última recomendación que tendría, para poder enfrentar esta crisis, seria tener resistencia y perseverancia. Como siempre es muchísimo más fácil decirlo que hacerlo.

En últimas fechas he vivido la necesidad de tener resistencia y perseverancia a manera personal. Esto me llevó al descubrimiento de límites físicos y de maneras en las que funcionan particularmente mi mente y particularmente mi cuerpo, bajo ciertos requerimientos, al tiempo en que descubro maneras de llegar a nuevos niveles de resistencia personal. En este punto mi recomendación sería que individualmente cada uno de nosotros, dentro de nuestras posibilidades, nos sometamos a pequeñas cargas de estrés por medio de pequeñas situaciones de exigencia personales, en las que podamos probar nuestros límites tanto físicos como mentales.

Estos podrían ser ejercicios prácticos, como por ejemplo, tener una caminata intensa durante todas las mañanas sin permitirnos fallar un solo día. Otro ejemplo podría ser, ponernos el pequeño reto de leer a conciencia cierto libro (que llevamos intentando leer durante meses), y de la misma manera no permitirnos utilizar más tiempo del que nos hemos impuesto en un principio. Éste tipo de ejercicios simples llevados durante una buena cantidad de tiempo (un año, dos años, tres años, o el resto de nuestras vidas) sin lugar a dudas nos darán una buena idea, y un buen entrenamiento respecto al desarrollo de nuestra resistencia y perseverancia.

Y es que en materia de la resistencia y la perseverancia personales, no existe conocimiento teórico que sea útil. El desarrollo de estas facultades son un aspecto práctico y personal de la vida. Sólo podremos hacernos más resistentes poniendo a prueba nuestra resistencia, ni una palabra más ni una palabra menos.

De tripas corazón.

Así que estas son algunas de las recomendaciones, como lo dije al principio: pocas y muy obvias, que valdría la pena tener en cuenta para los tiempos que se nos  avecinan. Aunque quizás lo más interesante de este artículo no sean estas recomendaciones en sí, sino el hecho de ponernos a pensar, de manera activa cada uno de nosotros, en las recomendaciones que nos haríamos a nosotros mismos, para poder enfrentar el momento difícil a nivel mundial que estamos viviendo.

La crisis llegó para quedarse, así que más vale que nos vayamos acostumbrando a hablar de ella, y escuchar que otros hablen de ella. Pues a mi punto de vista la crisis es como nuestra vecina: no podemos evitar que esté al lado nuestro, pero sí podemos hacer lo necesario para llevarnos bien con ella… o por lo menos lo necesario para no matarnos mutuamente.

miércoles, 12 de febrero de 2014

NO SE LO QUE QUIERO

Si tuviera que definir mi vida con una sola palabra, seguramente esta palabra seria incertidumbre. Y no porque en mi vida me haya topado con predicamentos y vicisitudes, (que los he tenido al igual que cualquier persona del mundo. Pero en este caso me refiero a que la incertidumbre, que define mi vida, la mayoría de las veces proviene de mí. O quizás debería decir, proviene de mi mente.

Durante muchos años he estado vagando por aquí y por allá. Muchos de mis amigos me recordarán, después de mucho tiempo, como el tipo que se dedicaba a todo y a nada en concreto. En mi vida laboral he sido desde asesor telefónico, hasta editor de videos de inducción para uso interno en empresas.

Aunque también he pasado por actor de teatro, redactor publicitario, ilustrador de comics, dibujante de planos arquitectónicos, dibujante de dibujos animados, locutor, constructor de maquetas. Cosas para las cuales nunca tuve una preparación formal al cien por ciento. A esta pequeña pero dispersa lista habría que añadirle todas las cosas que he hecho, o que puedo hacer, pero por las cuales nunca me han pagado. El escribir este artículo es un ejemplo de ese tipo de cosas.

Como se habrán dado cuenta al leer esto, yo soy ese tipo de personas que la mayor parte del tiempo no sabe lo que quiere. En algunos momentos de mi vida ni siquiera he tenido claras mis prioridades, pero como dijera Galileo: “Y sin embargo se mueve”.

Desde que tengo uso de razón todo mundo se jacta de ser personas decididas, todo el mundo ensalza a las personas que presumen, muchas veces sin siquiera demostrarlo, de ser personas que saben lo que quieren en la vida. Y casi siempre el primer paso de todo plan prefabricado y complaciente de gurús, para buscar el éxito, es: “Decide que es lo que quieres lograr en tu vida.

Esto no es exclusivo de la autoayuda de bolsillo, tradicionalmente como parte de nuestro proceso formativo, se nos pide a los 15 o 16 años, que decidamos a l que queremos dedicar el resto de nuestras vidas. Muchas veces ni siquiera nuestros caracteres sexuales se han desarrollado por completo, pero los adultos que han olvidado lo que se siente ser joven, nos exigen que decidamos, en cuestión de semanas, el oficio o la profesión de la cual nos vamos a jubilar cuando lleguemos a los 60 años.

Yo recuerdo que, a esa edad, todos pensábamos que Shakira sonaba bien, que Britney Spears era lo máximo, y que el proyecto de la bruja de Blair había ocurrido en realidad. Por o tanto es obvio que nuestra capacidad de discernimiento no estaba desarrollada aún.

Estoy de acuerdo en que todo mundo debería encontrar cual es su misión en esta vida, o la razón por la cual esta parado sobre esta tierra. Pero si la consecuencia directa de esta afirmación, es que aquella persona que aun no ha encontrado su misión en la vida, esta viviendo en el error, definitivamente no estoy de acuerdo.

Lo mas seguro es que uno cambiará de parecer, de gustos, de objetivos y de prioridades a lo largo de su vida. Si eres alguien creativo y curioso, los cambiaras constantemente, si eres una persona aburrida y cuadrada los cambiaras pocas veces. Pero aun así cambiaras de vez en cuando.

No saber lo que uno quiere en la vida, o no estar completamente seguro de lo que te propones, es bueno también. Si no sabes lo que quieres, es por que aun te encuentras descubriéndolo, y durante el proceso aprenderás sobre las demás personas, sobre la vida y sobre ti mismo. En cambio si tú ya sabes, y estas cien por ciento seguro, de lo que quieres, lo mas probable es que hayas querido muy poco, o bien no hayas pensado con suficiente profundidad.

Debo aclarar, si es que a caso algún joven llega a leer este artículo, que mi vida no es ejemplo para nadie y que ciertamente no represento a una persona normal y virtuosa. Hace mucho tiempo que dejó de interesarme lo que las demás personas piensen sobre cualquiera de los aspectos de mi vida, mi apariencia o mi personalidad, aunque ciertamente esto no fue así siempre.

En este punto de mi vida tampoco me interesa mucho el futuro, o mi porvenir. Para la mayor parte de los aspectos de mi vida todas las noches hago un borrón y cuenta nueva para mi mismo, pero no para el resto de las personas. Al resto de las personas si me encargo de estudiarlas bien y ponerles su correcta etiqueta. Pues eso hace las cosas más fáciles para mí.

Mientras pueda conseguir comida y pagar los servicios básicos, dentro de los cuales sorpresivamente no se encuentra el Internet, me doy por bien servido. No tengo planes a largo plazo, tan solo tengo una vaga imagen de como podría ser mi vejez, aunque seguramente la vejez que realmente me espera será muy diferente a lo que me imagino, en caso de llegar a ella. Si algo he aprendido en esta vida, es que los planes solo sirven para obtener resultados distintos a los que esperabas. Como si se tratase de una invocación, donde por culpa de decir en voz alta lo que deseas esto mismo provocara que no lo obtuvieras.

Una vez que uno logra superar el vértigo de no tener un plan de vida, tal vez podría llamarle “parkour vital”, (y tal vez debería ir a registrar esa frase ahora mismo) uno descubre que la falta de planes provoca que, automáticamente, aparezcan ante ti una infinidad de posibilidades. Las cuales son completamente posibles y realizables, pues al no tener nada planeado, te encuentras libre de bitácoras, planeadores, horarios o compromisos.

En resumen uno no tiene porque sentirse inseguro al no saber lo que quiere. Saber lo que quieres y tener tus objetivos bien definidos es sumamente importante, y te da una gran ventaja, pero no significa el fin del camino. El no saber lo que quieres tampoco significa que te encuentres en desventaja. Yo veo a ambas opciones como maneras distintas de enfrentar la vida, cada una de ellas igual de valida que la otra.

Lo verdaderamente importante en la vida es saber lo que uno no quiere.

Como espectador de otras vidas, he visto a muchas personas dar tropiezos y hasta caer, por no darse cuenta de que se acercaban a algo que no querían. La mayoría de la gente se concentra tanto en lo que quiere, que no se dan cuenta cuando llegan accidentalmente a un lugar por donde no deberían de haber pasado para llegar a donde quieren. Al igual que Tales de Mileto cayera en un pozo accidentalmente por tener su vista fija en las estrellas, y no darse cuenta de que se acercaba peligrosamente a una zanja.

Una mala relación con la pareja equivocada, un mal jefe en una mala empresa, una mala amistad que nos traerá problemas. Muchos son los ejemplos de las cosas malas con las que podemos tropezar, por bajar la guardia, mientras nos concentramos en el auto nuevo que queremos, la casa de nuestros sueños, o ese viaje al extranjero que deseamos desde hace tanto.

Mi consejo para todos (incluyéndome a mí) seria que nos aseguráramos de identificar todas las cosas que no nos gustan, y que no queremos en nuestra vida, y en caso de encontrarlas, alejarnos de ellas lo más rápido posible.

lunes, 10 de febrero de 2014

Elogio de la soledad - Podcast de Carlos Arizpe

En el podcast de esta ocasión les traigo algunas maneras en las que los periodos que nos encontramos en soledad, de hecho pueden ayudarnos a fortalecer nuestra mente y descubrirnos, o reencontrarnos a nosotros mismos.

Según estudios recientes, realizados en Harvard, la soledad ayuda a nuestro cerebro a afianzar nuestros recuerdos y los hace mas duraderos y mas precisos.

Es importante recordar que todos los extremos, y todos los excesos son malos, de la misma manera la soledad puede ayudarnos a ser mejores individuos, o en el otro extremo, podría causarnos problemas psicológicos.

 

Subcategoría: Mente y psicología
Género: Podcasting
Procedencia: Mexico
Idioma: castellano

Descarga el audio aqui.