El punto de este post es que, las cosas siempre suceden a causa de algo. Y en esta ocasión quiero presentarles una de las fuentes de mi inclinación artística. Este post está dedicado al lado artístico de mi papá. Les presento al señor Arturo Arizpe.
A primera vista puede parecer extraño que yo sea hijo de este señor, es una lástima que yo no haya heredado su buena presencia, pues ahí donde lo ven, ya muy mayor, con un micrófono en la mano, (no tengo idea de lo que estaría diciendo) y usando ropa que, hoy estaría de moda, pero en los 90s (momento en que fue tomada la fotografía) no, de joven fue bien parecido. Aún hoy, encontrándose en la tercera edad, sigue conservando la elegancia de un temprano “baby boomer”.
No obstante, la elegancia y mi papa nunca fueron muy de la mano. Él y yo no compartimos gustos musicales, a pesar de que actualmente yo escucho la música que él pudo (y debió) haber escuchado en su juventud, pero nunca lo hizo. Sus gustos musicales se decantan por la música grupera, la banda, y básicamente la música que se pone en las cantinas… las cuales si que tienen mucho que ver con mi papá, o viceversa.
Su gusto por los libros también fue notable… notablemente nulo. Básicamente, los libros (no académicos) entraron a mi casa hasta que, siendo yo un adolescente, empecé a comprarlos por mi cuenta.
La mayor conquista de mi papa, en cuanto a lectura, fue la lectura diaria del periódico. Al leer el periódico, mi papá si fue muy aficionado, y quizás de ahí viene también mi gusto por los blogs, que serían más o menos los herederos del formato de columna periodística.
Pero fuera de las 28 páginas en blanco y negro del periódico “El Sol” de Monterrey, de los años 80s y 90s, mi papá más bien dedicaba su tiempo libre a otras cosas.
Una de esas cosas, que mi papá no podía dejar de hacer, era jugar baseball. Dicen que era muy buen jugador de baseball, dicen porque yo jamás lo vi jugar. Por mi parte lo único que sabía del baseball es que, es algo que mi papá hacia todos los sábados en la tarde, y de lo cual siempre llegaba a casa, después de la media noche, y en estado de ebriedad.
Supongo que el cantante José José fue también muy aficionado a jugar baseball.
Lo único en lo que si coincidimos mi papá y yo, (más o menos) fue en el gusto por el dibujo. Desafortunadamente mi papá nunca tuvo la oportunidad de dedicarse y desarrollarse completamente en el dibujo, básicamente porque es muy difícil dibujar estando ebrio. Aun así, algo de su arte se conservó, y ahora tengo la oportunidad de poner en Internet estos dibujos, que fueron hechos en su mayoría antes de que yo naciera.
Este es un caballo negro, pintado con acrílico, en un cuaderno de dibujo. Se trata de los primeros intentos serios de mi papá por realizar obras artísticas. Data de principios de los 70s.
Aquí un ejercicio un poco mas depurado, no entiendo la fijación que tuvo mi papá por los caballos, incluso en mi casa existió una pintura al oleo con un par de caballos, que lamentablemente no se conservó hasta estos días. Resulta curioso que a lo largo de mi obra, yo casi nunca he dibujado o pintado caballos.
Mi papá dedicó toda su vida a ser obrero, específicamente fue soldador, para una de las empresas de producción textil mas importantes del país. Aunque no fue tan importante como para que no la vendieran a mediados de la década pasada, y en el proceso, fueran despedidos una gran cantidad de empleados, entre los cuales estuvo mi papá, un par de años antes de su jubilación.
El logo que ven aquí pertenece a dicha empresa, que ya no existe. Mi papá solía participar en un concurso interno de dibujo, donde los trabajadores proponían el logotipo de seguridad que se utilizaría en ese año. Este fue uno de los varios años que mi papá ganó el concurso.
Este año también ganó mi papá. Y este es precisamente el año en que yo nací, por lo tanto muy seguramente mi papá realizó este dibujo mientras yo me gestaba en el vientre de mi mamá... ¿Por que me pongo a pensar en estas cosas mientras escribo?
Aquí otro dibujo del cuaderno de dibujo de mi papá. Se trata de un personaje de historietas de los 70s (creo) llamada Rarotonga. No se exactamente si mi papá fue lector de historietas en su juventud, pero de ser así, ese seria otro punto en el cual coincidimos, pues en mi juventud yo también leí historietas las cuales, una vez que llegue a la adultez, dejaron de interesarme.
Este es un cuadro al óleo, sobre lienzo. El original es de 50x40 cm. Y se trata obviamente de un barco, supongo que a mediados de los 70s las referencias eran muy pocas. Hoy en día yo habría pintado una nave espacial o algo por el estilo.
Aquí un cuadro de unos tigres, también en técnica al óleo, cuyo original es de 60x40 cm. Desconozco si mi papá le va al equipo de futbol de tigres (creo que si) pero aun así, nunca ha sido muy entusiasta del futbol. Sospecho que sol lo mira por conbeber... digo, por convivir. El maldito autocorrector de mi computadora me cambia lo que escribo.
Curiosamente existe una fotografía de la época en la que mi papá se encontraba pintando este cuadro. Prepárense para ver patillas de los años 70s a continuación.
Este es otro lienzo al óleo de 60x45 cm. Se trata de una vista del mirador del obispado, en Monterrey Nuevo León. No sé de que año sea esta imagen, (mi papá la pinto en los 70s) pero al parecer es verdad aquello que dicen de: "Cuando yo tenia tu edad, todo eso que se ve, era puro monte".
Con la llegada del nuevo milenio, y de mi adolescencia, realicé un par de dibujos junto con mi papá. El principal éxito de esto fue que no llegamos a los golpes.
Este logotipo se utilizó para algo relacionado con su trabajo. Fue realizado por él y al final yo solo le di unos cuantos toques. Como pueden notar, estamos al inicio de la era del diseño por computadora, evidenciado por el uso irreflexivo e irresponsable, del clipart.
Este es un diseño posterior, aproximadamente del año 2001. La idea fue de mi papá, aunque recuerdo que la mayor parte del dibujo lo hice yo. Además con el uso del triángulo, podríamos decir, que mi papá fue hipster mucho antes de que fuera mainstream.
Con estos ejemplos se pueden dar una idea de la locura el arte que corre por mis venas. Aún así, no tengo idea de donde pudo sacar mi papá esa inquietud por la pintura y el dibujo. El arte o la cultura nunca han brillado en ninguno de los dos lados de mi familia, a menos que yo sepa... tampoco es que haya indagado a demasiado.
Por último les muestro esta pintura, que aún se encuentra colgada en el comedor de mi casa. Es un óleo sobre lienzo, 60x40 cm, bodegón de frutas... nunca taxi.
Interesante.
ResponderEliminarLa segunda pintura de los caballos es genial
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