miércoles, 5 de marzo de 2014

DIARIO DE SECUNDARIA. (Parte 2)

Estamos a mediados del año 1998. La película Titanic, estrenada el año pasado, todavía hace eco en el imaginario colectivo, sobre todo de las mujeres, y sobre todo la imagen de un Leonardo Dicaprio 15 años más joven que el de ahora. En este mismo año la sonda Galileo enviada al espacio nos descubre que la luna Europa del planeta Júpiter podría albergar un océano líquido debajo de su corteza de hielo.

Se celebra también el mundial de Francia 98, y yo me pasó largas horas frente a la televisión mirando comerciales de todas las cosas que jamás pude comprar, y que a la distancia me doy cuenta de que no necesitaba. De hecho, ahora que lo pienso, nunca tuve claro por qué mantuve esa afición (la de ver infomerciales por las mañanas) durante varios años de mi adolescencia.

Durante todo el año la prensa no hizo más que hablar sobre el caso de Bill Clinton y Mónica Lewinsky, durante mucho tiempo el presidente de los Estados Unidos negó haber tenido relaciónes sexuales con esta becaria, entonces de 25 años. Todo parece indicar que el presidente Bill Clinton no consideraba al sexo oral como una relación sexual. Supongo que al buen Bill le hicieron falta unas buenas clases de sexualidad.

Precisamente en esta materia yo estaba dando mis primeros descubrimientos, no muy acertados podrán darse cuenta por lo burdo de mis observaciones.

Y hablando de cosas burdas, en esta parte de mi diario se encontraran con un texto, por demás cursi y patético. Espero no arrepentirme algún día de publicar estas vulgaridades y obscenidades. Pero sobre todo, espero no arrepentirme de publicar esa tontería cursi, melosa, y lastimera que no se en aras de que extraña fantasía adolescentoide me inventé. Por favor no olviden que están leyéndome a los 13 años, así que lo mas seguro es que detrás de esa nota estúpidamente cursi lo que en realidad quería era tener sexo.

Ah, y una ultima petición  no le den tantos likes cuando publique este tipo de artículos en mis redes sociales. En realidad quiero publicar estas cosas como terapia, pero también quiero que pasen lo mas desapercibidos posible. Una de las razones mas importantes por las que me he atrevido a publicar estas cosas en mi blog, es que al ser esto un medio escrito, son muy pocas las personas con la capacidad de leer estos textos tan extensos. Por lo cual solo pocas, y muy selectas, personas se enterarán de lo que aquí revelo. Así que me gustaría que lo mantuviéramos de esa forma.


20 de Noviembre de 1998.

Hace poco nos tocó juntarnos después de las clases en la biblioteca que está cercas de la secundaria para buscar información sobre el embarazo para un trabajo en equipo. Estábamos viendo los libros y estábamos sentados Rubén y yo, y en el lado de Rubén estaba Valery. En eso Rubén me dice que estaba incómodo en ese lugar, yo le dije que porque, y me dice que no se podía apoyar en su respaldo y ponerse cómodo.

Me asomo para ver por qué, y lo que pasa es que Valery estaba empinada, casi acostada en la mesa en la que estábamos sentados, para alcanzar a ver un libro que estaban viendo entre varios lejos de su asiento. Con todo su trasero apuntando hacia nosotros, no sé por qué Rubén dijo eso, porque yo sí me sentí muy cómodo.

Valery es de las más inteligentes de la escuela, pero también es de las que están más buenas. De hecho ella es la que tiene las pompis más paradas de toda la escuela. La otra vez que íbamos saliendo de la escuela Fabián y yo, ella venía en su bici, ya sin la falda del uniforme, pero todavía con la playera de la escuela y en lugar de la falda traía un shortcito pegado y bien cortito.

Fabián le pidió la bici y se dio un par de vueltas, y cuando regreso le dijo que estaba bien gacho el asiento, que se le metía en toda la cola, y que de seguro por eso Valery tenía las nalgas tan paradas. Yo creo que Fabián tiene algo de razón, porque se nota que Valery hace mucho deporte, la otra vez se puso a tirar patadas en medio del patio. Tiene el trasero bien bueno, no como el de Gloria, o Leticia, que también lo tienen bien bueno pero grande. El de Valery es normal pero bien parado.
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Sin fecha en la página, escrito en la segunda mitad de 1998.

Estoy solo, pero se que tu podrías ser la persona que acabe con mi soledad. Dicen que en el mundo cada quien tiene su media naranja, y la gente se pasa la vida preguntando ¿Quién será mi media naranja?

Pero yo se como se puede reconocer a nuestra media naranja, la verdad es que se reconoce solo con verla y eso lo supe desde la primera vez que te vi a ti. Tu cabello es delicioso, nada más con que pases cerca de cualquiera, haces notar que estás ahí, por el aroma que brota de tus cabellos.

Lo siguiente que llama la atención de ti son tus ojos. Lo que más me gusta de tus ojos es cuando estás leyendo algo. Me gusta porque eso te separa de las demás mujeres, porque tú te preocupas por saber cosas. No se los demás, pero a mí lo que más me enamora de una chava es su inteligencia. Y tus ojos son un reflejo de que la tienes.

Después de eso vienen tus manos, que para mí son como mariposas que me da miedo agarrarlas, porque si las agarro despacito se me pueden salir de entre los dedos e irse volando para ya no regresar nunca. Y si en cambio las agarro muy fuerte, para que no se me vayan, entonces a lo mejor las ahogo, porque todo lo bello es frágil y tú eres demasiado bella.

Sé de antemano que esto no lo vas a leer, yo nunca te lo voy a enseñar, pero no perdí mi tiempo escribiendo esto, porque ahora que está escrito podré leerlo de vez en cuando y así recordaré lo enamorado que estoy de ti. Aunque tú ni siquiera sabes que existo.
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29 de Marzo de 1999.

El viernes en el recreo, no sé qué estábamos haciendo, pero en un momento Fabián me quería distraer y me dijo "mira voltea detrás de ti está Lupita empinada", yo no le hice caso pero se me quedó en la mente la imagen de Lupita empinada. Tanto que en todo el día me estuve imaginando a Lupita empinada con sus pompis hacia mí. Y para acabarla de amolar, en la noche soñé que me la cogía también empinada. Es verdad lo que hace mucho le dije a un amigo: “No hay mujer que no se vea chida cuando esta empinada”.

Esto me recuerda a la vez en que me iba a subir al camión, y adelante de mí se iba a subir esmeralda. Además había más hombres que se iban a subir, y “Esme” siempre trae faldas bien cortitas, no sé si porque la usa cortas o porque es muy alta, y se fijó a ver quién iba a subir detrás de ella, y me dijo que prefería que la viera yo, en vez de cualquier otro de los que estaban ahí.

Y pues como ella quiso yo no hice más que obedecer. No sé por qué las chavas piensan que yo soy como que inocente y de confianza, o algo por el estilo. La otra vez, no sé por qué, también salió que estábamos hablando no sé de qué, y empezamos a decir que quien de nosotros se la jalaba, y “Esme” dijo que ella no pensaba que yo hiciera eso, que de seguro no lo hacía. Yo nomás me le quedé mirando y le dije "yo que tú no apostaba…" y me contestó "Okeeeey, ya no volveré a saludarte otra vez de mano”.
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30 de marzo de 1999.

Con lo que puse ayer me acordé de otra cosa que me pasó cuando estaba subiendo el camión hace como un año, era en la mañana y yo andaba medio dormido todavía, y me estaba subiendo al camión por los escalones viendo para abajo.

Cuando de repente siento que mi cabeza topa con algo suavecito arriba de mi, y cuando levanto la vista veo delante de mí unas pompis bien redonditas y esponjosas, con un pantalón de tela delgada ajustado de más por la misma posición en la que te pones al subir las escaleras, y que se le notaban las pantaletas que traía debajo por lo mismo de lo apretado.

En ese momento ya me desperté por completo y que me doy cuenta de que acababa de pegarle en las nalgas con mi cabeza, y no fue sólo un rozón leve o algo así, a fuerzas se tuvo que haber dado cuenta. Ella no dijo nada y yo tampoco, pagué y ya arriba del camión le pude ver la cara, era muy bonita y traía un corte de pelo de esos que no llegan a los hombros, tipo egipcio.

Desde entonces a las mujeres con ese tipo de corte de pelo las relaciono con unas pompis gorditas y suavecitas como las de la chava del camión, y cuando veo una chava en la calle con ese tipo de pelo trató de fijarme o imaginarme cómo serán sus pompis.
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28 abril 1999.

Neto trajo un cassette que grabó del radio del programa de Julio Montes en la Banda “93.3”. Yo casi no escucho esa estación y mejor escucho Pulsar, Mix 106.9 o estéreo 7, pero en el cassette sale una llamada de un programa donde uno que se llama Tomás como que se le posesiona un demonio y en medio de la llamada se le cambia la voz y empieza a hablar como monstruo. Lo oímos varias veces en el estereo de la casa y la neta si nos dio miedo, lo malo es que no tenemos estéreo de doble cassettera para sacarle una copia al cassette.

Sobre cosas así de misterio, en el periódico también salió que a lo mejor Bill Gates, el inventor de las computadoras, era el anticristo. Pero me acuerdo que el zurdo una vez me contó que el profe de canto de la primaria les había dicho que el anticristo ya había llegado a la tierra, y que había llegado a Inglaterra. Otra cosa es que en una película del anticristo en la tele dice que el anticristo va a ser político, pero yo también me acuerdo que el anticristo iba a ser muy poderoso o sea que el hombre más poderoso del mundo es Bill Gates, y como todo se maneja por computadoras entonces él puede mandar que todas las cosas se destruyan, y así terminar con el fin del mundo.

En el periódico también decía que el anticristo se iba a llamar MAITREYA, pero eso no lo entendí.

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Sin fecha en la pagina, escrito en la segunda mitad de 1999.

Hay una chava nueva en el salón. Se llama Elena y lo primero que noté es que tiene el mismo corte de pelo que la chava a la que le toqué el trasero con mi cabeza cuando iba subiendo al camión. Lo primero que hice, por la costumbre, fue buscar ver su trasero, y si lo tienen bien bueno.

No es como el trasero de Valery, que está como que ejercitado y paradito. El trasero de Elena es redondito, y grande, como el de gloria, Leticia o Mauri que los tienen gorditos y esponjosos. El de Valery es como que de gimnasio, como que te intimida. Pero el de Elena es como que más amigable, más dulce y apetitoso.

Dice un amigo que el culo de Valery es más dinámico, y se está moviendo todo el tiempo. En cambio el de Elena, Gloria, Leticia o Mauri son como que más quietos, y como que nada más están esperando a que llegue alguien a cogérselos. Y que por eso como que se antojan más.
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