martes, 8 de mayo de 2018

ESTRUCTURAS DE LA EXISTENCIA




Este es un sueño que tuve hace poco, pero está relacionado con mi época de estudiante, la cual terminó hace casi 10 años.

Empezaba con una conversación que yo sostenía con quien en aquella época fue el director de la facultad en la que estudié. Al terminar esa conversación yo le daba mis libros viejos, en realidad son libros que ya no poseo actualmente, hace mucho que me deshice de ellos. Eran los libros que yo usaba en aquella época. Creo que mi director no los aceptaba, aunque esa parte no la recuerdo bien.

Por alguna razón, que tampoco me quedó claro durante el sueño, me encontraba en mi antigua facultad. Iba saliendo por la entrada principal y no podía llevarme todos mis libros, así que decidía regalarlos ahí mismo. Ahí me daba cuenta de que mis libros eran viejos y no tenían ningún valor.

Lo siguiente que recuerdo es que ya me encontraba camino a mi casa. Apenas iba cruzando el estacionamiento de la facultad y me siento en una banca para ponerme mis tenis, hasta ese momento me di cuenta de que no los traía puestos. Estaba en eso, cuando unos tipos se acercan a mi (eran policías) y me dicen que no debemos movernos porque estamos a punto de comenzar un viaje.

De pronto las bancas en donde estamos salen volando, con nosotros encima de ellas, y me doy cuenta de que en realidad estamos dentro de una especie de juego mecánico gigantesco.

Se trata de una mezcla entre rueda de la fortuna y montaña rusa. Es tan grande que no logro visualizarlo por completo, solamente veo las partes más cercanas a mí.

A lo lejos se pueden ver a otras personas en unos receptáculos, donde también están volando. Logro escabullirme, pues la verdad estoy mareado y siento que en cualquier momento puede descarrilarse el juego. En realidad me parece que es una estructura gigantesca y muy sólida, así que no sé porque tengo esa sensación de inseguridad.

Veo a otras personas que al igual que yo logran salir y a duras penas consiguen sostenerse de la estructura externa que sostiene los cubículos, en donde se mueve a la gente.

Uno de mis libros viejos, que aun llevo cargando, se convierte en un documental de Disney. No entiendo muy bien como sucede esto, pero a través del libro empiezo a ver un documental de Disney, animado al estilo Disney. Es un documental muy interesante, trata sobre la inexistencia de Dios.

Tan solo alcanzo a ver muy poco del documental, porque rápidamente mi atención de va hacia unas bolas gigantescas que están chocando sin control en medio de todo el mecanismo. Dos bolas gigantescas y metálicas que chocan una con otra, rebotan y siguen chocando sin ningún tipo de control ni de patrón. El peligro que presentía es que en cualquier momento esas bolas gigantescas pueden chocar con cualquiera de los que nos encontramos a bordo de este juego mecánico gigantesco.

 Cuando veo esto me hago consciente de la alegoría: Las bolas gigantescas chocando en el aire son en realidad el caos de vida y muerte. El peligro de muerte que nos llega por azar.

Pero por alguna razón intuyo maldad detrás de este juego de azar. ¿Es el azar algo maligno, o es lo maligno algo azaroso?

En mi intento por salir del juego regreso a mi facultad, me veo con algunos excompañeros pero estoy en una situación diferente. Tengo angustia, en cualquier momento van a atacarnos y sé que debo protegerlos pero sin alarmarlos.

Comienzo a hablar con varios de ellos que ya conozco, pero siempre estoy alerta del exterior del edificio. Sé que el peligro acecha y en cualquier momento algo puede entrar y atacarnos, nos encontramos en este momento adentro de un salón de clases.

Efectivamente algo abrupto sucede: Alguien entra repentinamente por la puerta, una de mis amigas dispara y se produce una explosión. No se trataba de algo maligno, como yo esperaba. Quien entró era una señora inocente, la mujer ni siquiera se dio cuenta de lo que sucedió. La amiga que hizo el disparo huye por miedo de haber matado a una inocente.

Dentro del sueño y de manera muy vertiginosa me encuentro ayudando a mi amiga a escapar. La manera más inmediata que encontramos para esto es usando la estructura que acabo de encontrar afuera de la facultad. De alguna manera ella logra subir a una de las gigantescas bolas metálicas, que siguen moviéndose a una velocidad de vértigo.

Veo como se aleja en una de esas “bolas de azar”, esperando que esto la lleve a algún lugar lejano. Sé de antemano que ahora la acabo de hacer entrar en un juego donde morirá, pero esa es la única opción, dentro de sus circunstancias.

Luego de haber realizado esto, me encuentro en lo que identifico como las orillas de este juego de muerte. Me hago consciente de las instalaciones gigantescas, como si se hubiera apartado una bruma y me dejara ver esta estructura que siempre había estado ahí y dentro de la cual todos estábamos viajando.

Estas instalaciones, al borde del juego, las visualizo como las estaciones del metro pero en un entorno desértico. En estas instalaciones, que se encargan de que todo el mecanismo funcione, trabajan algunos que solo podría describir como demonios, quizás entes.

Estos son los encargados de que todas las personas que están viajando dentro del juego mecánico no se salgan y no se den cuenta de la realidad de afuera. De que todo en realidad es un juego de muerte.

Gracias a la posición en la que me encuentro en ese momento logro visualizar todo desde afuera.

Existe un nivel superior dentro del a infraestructura, ahí hay criaturas que parecen ser los lideres naturales, ellos están en una posición superior. En el nivel intermedio están las personas, creen que van a subirse a un juego normal, sin saber que en cualquier momento van a morir y de alguna manera esto sirve o le causa placer a los que se encuentran vigilando todo.

En el nivel inferior hay otros entes demoniacos, que se encargan de cuidar, pero su  apariencia y ocupación parecen ser menores. De hecho los demonios del nivel superior parecen estarse burlando constantemente de los demonios de niveles inferiores.

Me doy cuenta de que, en cierta forma, lo que hacíamos en la escuela era muy parecido a lo que tenemos que hacer en esta máquina de muerte, para poder sobrevivir o por lo menos intentarlo. Siento que estoy fuera de la máquina dentro de la cual se encuentra el resto de la humanidad. Pero al mismo tiempo no puedo evitar que la maquina siga funcionando y matando a más gente.

Como dije, en este momento me encuentro en el exterior de la máquina, pero luego de ver esto me dirijo hacia los extremos de la máquina. Siempre desde el exterior, cuidando de no caer accidentalmente otra vez adentro.

En los extremos del mecanismo el ambiente parece ser menos ajetreado. Observo a uno de los demonios y me siento como si estuviera hablando con el director de mi escuela. ¿Que trata de decirme mi inconsciente? ¿Que mis maestros eran esos demonios dentro de la maquinaria? o bien que cualquiera en el mundo puede serlo o peor aún, que todos son demonios de la máquina, excepto yo…

¿…incluido yo?

Termino de ver todo el panorama del exterior de la máquina. Me doy cuenta de que, dentro de cada estructura hay otras estructuras y todo esto forma parte de un mecanismo mucho más grande: No me alcanzaría toda mi vida para estudiar todo eso.

Además, seguramente yo que me encuentro afuera de esta estructura, en realidad tan solo estoy adentro de otra estructura todavía más grande.

En realidad la existencia completa no es más que un juego de azar, vigilado por demonios, los cuales tampoco pueden decidir nada en el gran esquema de las cosas.

Detrás de todo este conjunto se adivina una presencia maligna, el creador de todo esto es maligno, la presencia de esas bolas gigantescas que destruyen todo a su paso es la prueba definitiva de esto. El gran arquitecto siente placer con nuestro dolor y el de sus propios demonios. Y en el momento en que me doy cuenta de todo esto, despierto.

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