jueves, 8 de agosto de 2013

SOY CREATIVO.

Me inscribí en un curso de creatividad online, y uno de los primeros ejercicios es acomodar cuatro estatuas de manera que queden equidistantes entre si sobre el terreno de un jardín. Este es un viejo problema de sobra conocido entre la gente que conoce sobre teoría de la creatividad. Solo existe una respuesta posible, que es poniéndolas en una estructura piramidal cuya base sea un triangulo equilátero, y ya, poca cosa.

Así que decidí ponerme creativo, como el curso lo amerita, y esta fue mi respuesta para tal ejercicio:

Bueno lo único que debemos hacer es, ayudados de un sencillo colisionador de hadrones, acelerar unas cuantas partículas subatómicas a velocidades muy cercanas a las de la luz, ya que como es bien sabido ante este tipo de colisiones es muy probable que se formen micro agujeros negros que desaparecerían casi instantáneamente.

Una vez que esto suceda haciendo uso practico de las teorías físicas sobre la naturaleza de la materia que desarrollara el físico Roger Penrose, llegaríamos a un estado de la técnica científica en la que nos seria posible estabilizar, controlar y finalmente manipular a nuestra voluntad uno de estos agujeros negros.

Y puesto que según el consenso actual de la ciencia, sabemos que el universo en realidad se curva sobre si mismo, y que según el principio de incertidumbre de Heissenberg, la naturaleza “indefinible” de las partículas que forman la realidad nos sugiere que no existe una sola, sino que existe un numero infinito de realidades, con un infinito numero de posibilidades.

Entonces solo tenemos que repetir este experimento un numero infinito de veces, para que el agujero negro que hemos abierto se habrá permitiéndonos acceder al otro lado del agujero a un universo alterno en el cual también exista un planeta tierra, con la composición geográfica idéntica al de la tierra, y entonces podríamos acceder a un hermoso jardín alterno idéntico al de nuestro universo, pero que gracias a la infinitud de posibilidades, no cuenta con ninguna estatua dentro de el.

Podría tratarse de un universo ligeramente diferente al nuestro, o bien podría tratarse de nuestro universo, pero en un punto en nuestro pasado o nuestro futuro, el planteamiento nunca dijo que las estatuas tenían que coincidir en espacio y tiempo, y entonces pondríamos la segunda de nuestras estatuas, posicionándola (mediante teodolitos digitales y sistemas de navegación satelital) exactamente en el mismo punto en la que hemos posicionado nuestra primer estatua dentro de nuestro universo original.

Ahora solo tenemos que repetir este ejercicio un numero infinito de veces, durante dos ocasiones mas, y habremos por fin colocado nuestras cuatro estatuas en cuatro multiversos ligeramente diferentes pero con las condiciones necesarias para su colocación. Y finalmente tenemos que cada una de las estatuas al coincidir en un solo punto dentro de sus respectivos universos, pero que el valor de la distancia pierde su significado cuando nos encontramos en el espacio que se encuentra alrededor de cada burbuja de universos en el multiverso, entonces nuestras estatuas estarían separadas exactamente una de la otra a un universo de distancia.

Esta es la manera correcta de resolver este problema y además mucho más práctico que andar construyendo estructuras que soporten el peso de una estatua en medio del jardín, sobre todo con el calor que esta haciendo por acá.

Considerando que se trata de un curso de creatividad, y no de trigonometría, supongo que mi respuesta es mas que valida. ¿O ustedes que opinan?

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