jueves, 31 de julio de 2014

RESEÑA DE TRON LEGACY

Este artículo fue publicado originalmente en la pagina SUBALTERNO el 24 de Diciembre del 2010. Lo republico en este blog para mantenerlo disponible, y bien guardado.

El próximo 25 de diciembre se estrena en México la película “TRON Legancy” y el equipo de Subalterno.net tuvo la oportunidad de ver esta cinta horas antes de su estreno… no pregunten como lo hicimos, baste con decir que nos aseguramos de borrar muy bien todas nuestras huellas digitales. Y aquí están nuestras impresiones.

Cuando fui a ver “TRON Legancy”, secuela de la original “TRON” de 1982 iba mentalizado a que obviamente no me iba a impresionar de la misma manera que cuando vi la original hace muchos años. De hecho honestamente iba en una actitud condescendiente para con la película, pues es bien sabido que casi ninguna segunda parte es mejor que la primera.

Aun así esta nueva entrega de la saga TRON resulto ser una experiencia bastante interesante. No mejor, ni peor que la primera, simplemente diferente.

Pues bien, he de decir de antemano que, voluntariamente, me había mantenido, durante todo este tiempo, al margen de la información que había salido acerca de esta secuela de TRON, y vaya que los productores, me la pusieron difícil, pues el estreno de la película se vio pospuesto mucho tiempo.

Fue así que llegué a la sala de cine sin ningún antecedente respecto a los trailers, entrevistas, teasers o reportajes de la prensa respecto a lo que iba a ver en la pantalla, a lo mucho solo vi algunas de las imágenes que salieron a principio de año y que ciertamente levantaron grandes expectativas en mí.

En los primeros momentos de la película recibí el primer impacto, aparecía entre las penumbras la silueta de lo que se presumía era el protagonista de la película original Kevin Flynn, claro esta visto entre las penumbras, uno suponía que se trataba de un doble simplemente para introducir al personaje de su hijo que sería el protagonista de esta película.

Y de repente nos muestran, en primerísimo plano, el rostro de Jeff Bridges, no como todos lo conocemos, sino tal y como lucía en 1982 al momento de filmar la original. Lo primero que pensé es que quizás habían recuperado metraje de la película original para rehacer la escena, pero seguido a esto, nos muestran un carrusel de imágenes de el propio Jeff Bridges en distintas situaciones como introducción de la película, lo cual hacia imposible que se tratara de metraje rodado 28 años antes, a menos que se hubiera planeado esta nueva película desde entonces.

Fue entonces obvio que se trataba de un efecto por computadora, que según averiguamos después se trata de la aplicación de esta tecnología más osada que se ha hecho jamás, porque si bien es verdad que en “El extraño caso de Benjamin Button” se reconstruyo con una técnica similar la cara de Brad Pitt para hacerlo parecer mas joven.

En el caso de Avatar se logró no solo recrear a todo el elenco, sino a un planeta entero, en el caso de “TRON” lo que se buscó fue construir una copia exacta del rostro de un actor para que luciera exactamente igual a como lució en una película anterior, para lo cual se basaron, no solo en el TRON de 1982, si no de varias películas que Jeff Bridges filmó también por esas fechas.

El resultado final es que, en ocasiones tu cerebro si puede notar que se trata de una cara generada por computadora, sobre todo en las partes en las que el personaje generado por computadora habla, pero en ocasiones la fusión del CGI con la escena real es tan perfecta, que ni aún sabiendo que se trata de un efecto especial logras encontrarle ningún atisbo de irrealidad. Lo que sigue es lógico, dentro de unos 5 ó10 años estaremos viendo personajes por computadora que no podremos diferenciar de la realidad.

Este simple detalle es tan impresionante que los demás efectos especiales, al menos para mí, pasaron a un segundo plano. Baste con decir que la película cumple con todas las expectativas de cualquier fan de la saga, nos muestran todo lo que vimos en la primera versión obviamente con las técnicas de este siglo, la apuesta visual que hicieron respecto al mundo digital resulta bastante interesante, alejándose del cliché al que nos había acostumbrado Matrix de ambientes verdes con código corriendo por todos lados.

Podríamos decir que visualmente la primera entrega de TRON es como cuando de niños jugábamos con muñequitos y simulábamos batallas con ellos, y a su vez esta nueva entrega visualmente nos muestra todo lo que ocurría adentro de nuestra mente de niños. Las nuevas tecnologías nos han dado la ventaja en ese aspecto.

Como dije en un principio, yo iba mentalizado de antemano al hecho de que, de ninguna manera esta película me iba a dejar con la impresión como en aquella primera ocasión hace muchos años. Pero al salir de la sala de cine ya no estaba tan seguro, creo que en la actualidad las nuevas tecnologías pueden impresionarnos de maneras en las que ni siquiera nos damos cuenta.

Pensemos que, la original película TRON, en su momento fue muy poco valorada por la  misma temática que trataba, nadie en aquel entonces supo ver que en realidad especulaba respecto a un futuro tecnológico que si bien concretamente no resultó ser como el retratado en la película, metafóricamente ya anunciaba el complemento hombre maquina y la suma importancia que la información tendría en estas ultimas décadas, al punto de ser esta la era de la comunicación.

Me pregunto si dentro de 20 o 30 años, no estaremos comentando sobre Tron Legancy como la película de culto, que en su momento nadie supo ver como marcó un parte aguas en la producción cinematográfica, al ser la primer película en la que un actor se interpretó a si mismo cuando era joven. Proyectando así un futuro en el que para los actores ni siquiera la edad o la propia muerte, son obstáculos ya para interpretar cualquier personaje en cualquier película.

martes, 29 de julio de 2014

¿COMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUI?


Pocas cosas son un hecho tan claro, como el hecho de que el mundo de hoy es complejo, y en cierto sentido es mucho más complejo que el mundo del pasado. Aclaro y resalto el término “en cierto sentido” ya que, es verdad que antes no tenias que estar al pendiente de las últimas actualizaciones de los 15 softwares que tienes en tu computadora. Pero intenta acarrear el agua de uso diario a tu casa desde un pozo de agua situado a 5 km de distancia, para que te des una idea de algo que es realmente complicado.

Personalmente, en algún momento de mi vida, me tocó tener que acarrear agua a un miserable kilómetro de distancia durante algunos días, y desde entonces pago el recibo del agua con singular alegría.

Si ustedes son menores de 20 años tal vez no se den cuenta o no puedan darse cuenta de lo mucho que ha cambiado este mundo en apenas 20 años uno de mis mejores regalos cuando yo era niño fue una pista de carritos Hot Wheels, un juego que sólo consistía en aventar un carrito en miniatura en contra de una pared de carritos apilados para qué se cayeran. Debo de haber jugado durante meses con esa cosa.

Pensemos que dentro de unos 15 años, a partir de ahora, habrá personas comentando, quizás a través de alguna tecnología de la época, a modo de anécdota, que cuando ellos eran niños se divertían con cosas tan simples como un iphone o un ipad. Es un hecho que los tiempos cambian, y lo que alguna vez fue vanguardia mañana será la norma.

Así como alguna vez nuestros abuelos se quejaron de nosotros por divertirnos con cosas tan complicadas como un carrito a control remoto, cuando ellos en sus tiempos solamente necesitaban de un trompo o un balero para pasarse, horas y horas, entretenidos.

Es inevitable que las generaciones anteriores veamos a los nuevos niños con nostalgia, y nos lamentemos por ellos y por el hecho de que ellos jamás conocerán lo mágico y maravilloso que fueron nuestros tiempos, sin darnos cuenta de lo mágico y maravilloso que serán los tiempos que ellos viven en ese momento, cuando ellos sean adultos.

Las brechas generacionales son un hecho, y han existido desde que existen seres humanos quizás en épocas como la edad media, el renacimiento, e incluso los tiempos previos a la era industrial, estas brechas generacionales no se notaban tanto pues, en aquellas lejanas épocas, una persona podía pasarse toda su vida haciendo las mismas cosas, de la misma forma y ganándose la vida, desde el nacimiento hasta su muerte, ejerciendo el mismo oficio. Incluso, con suerte, ese oficio se lo heredaría sus hijos, los cuales a su vez, se lo heredarían a sus hijos, y estos a sus hijos, y así sucesivamente, “Ad Nauseam”.

Lamentablemente (afortunadamente, diría yo) las cosas ya no son así, y los primeros en resentirlo fueron la generación de la era industrial. Con la llegada de las máquinas muchos trabajos humanos quedaron obsoletos, y miles o millones de personas de la noche a la mañana quedaron sin empleo, y también con la buena nueva de que, lo que venían haciendo para vivir hasta ese momento, había sido superado y dado como obsoleto por una maquina. Por lo tanto, no sólo pasaban a ser desempleados, sino que además pasaban a ser inútiles. Ese fue el primer shock generacional que tuvo que pasar la sociedad por lo menos en la historia que conocemos.

La agitación y desequilibrio económico que trajo consigo la irrupción de la maquinaria pesada en el sistema de producción mundial, solamente pudo ser paliada y superada con una guerra mundial (de hecho dos guerras mundiales, una crisis económica provocó la primera, y la primera provoco la segunda).

Durante los tiempos de conflicto todo estuvo bien, si todos los recursos se tienen que ir a una empresa que ni siquiera puedes ver, pero que estas convencido que es un asunto de vida o muerte, la pobreza las carencias e incomodidades están justificadas o por lo menos se pueden pasar por alto.

Una vez terminada la guerra otra cosa inesperada hizo su aparición en la palestra. Los años 50 vieron el nacimiento de la cultura adolescente. Las comodidades de la época actual nos dieron algo que nunca habíamos tenido nuestras manos, tiempo libre, y con el tiempo libre descubrimos el ocio. O mejor dicho lo descubrieron nuestros abuelos en aquellos tiempos, porque en la actualidad el ocio es algo demasiado familiar para nuestra generación.

En aquellas épocas los jóvenes, por primera vez en muchas décadas, pudieron darse el lujo de estudiar, e incluso en ese momento se dio la coyuntura para que la escuela dejara de ser cosa de personas acomodadas y de la alta sociedad, y de esa forma la gran masa de jóvenes entro al mundo escolar.

Esto no resulta increíble cuando pensamos que, si algo necesita una sociedad industrial y comercial, es a una generación de individuos jóvenes educados de forma industrial y comercial. Siendo estudiantes por las mañanas y con tiempo libre por las tardes fue la receta para que, al menos en el primer mundo, naciera la cultura adolescente.

Quizás es muy difícil para nosotros el imaginarnos que nuestros abuelos alguna vez tuvieron nuestra edad, tuvieron una cara libre de arrugas, y fueron iguales o quizás más atrevidos y estúpidos de lo que nosotros somos ahora.

La gente de más edad suele decir que los tiempos pasados fueron mejores y que en aquellos tiempos la gente era más inocente y mas buena en general, por supuesto parecen olvidar que en sus tiempos existieron Hitler, la Rusia comunista, la mayor escalada bélica de la historia, y por si fuera poco, también fueron los tiempos de  Vicente Fernández.

Respecto a este punto siempre me ha parecido curiosa, y les recomiendo sobremanera sobre todo si son demasiado jóvenes para haberla visto en su momento, que vean la saga de películas “Volver Al Futuro”. La primera y la segunda entrega están ambientadas en la década de los 50s en su mayor parte. En ellas se retrata, más o menos, los usos, costumbres y dinámicas de la primera generación de adolescentes además de un guiño al nacimiento del género musical definitivo, me refiero por supuesto al RocknRoll. No está de más decir que volver al futuro es mi saga de películas favorita.

En lo personal siempre he fantaseado con la idea de haber podido conocer a mis padres o a mis abuelos cuando eran igual de jóvenes que yo. Me encantaría saber cómo pensaban, cómo veían la vida, que planes y expectativas tenían a futuro, y sobre todo, cuál era su postura ante la idea de tener hijos. Éstas y muchas otras cuestiones se abordan en esta película que les recomiendo, protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd bajo la dirección de Bob Zemeckis.

Luego de la aparición de los adolescentes el sistema necesitaba una manera de controlar toda la energía de los jóvenes, dicen que los hombres en el poder no pueden provocar los desastres a escala mundial, pero a diario rezan para que estos sucedan así pues en los sesentas a la par de los Baby Boomers, los hippies, el amor libre, el surgimiento de las drogas de diseño, y los anticonceptivos, se dio una década de agitación mundial, la cual tuvo su fin con la llegada del hombre a la luna (tuvo su fin la década, porque la agitación nunca ha tenido fin).

Con la nueva década, los años setentas, se le da la bienvenida a un nuevo género que actualmente es objeto de revisión, por parte de quienes nos gusta la música, y que no obstante en su momento fue considerado más o menos como lo que hoy sería el reggaetón, dicho en otras palabras, música basura. Me refiero a la música disco, la cual hizo su aparición en el año de 1973 con la canción “Rock the Boat” del grupo “Hues Corporation”. Ésta canción es considerada como la primer canción del género disco. Muchas cosas cambiaron, y muchas mentes se abrieron con la llegada de las discos y los clubs de baile en os setentas. Ahora lo más importante era mover el cuerpo y nadie mejor para esto que los negros.

Luego de la psicodelia de los sesentas y la fiesta, el baile, los pantalones acampanados, y las botas de color blanco de los setentas, llegó la resaca la depresión y la hora de ponerse serios durante los ochentas. Ahora los hippies de los sesentas y setentas estaban viviendo como vagabundos debajo de los puentes, habían muerto por sobredosis, o se habían convertido en los dueños de los nuevos corporativos.

Los años 80s fueron la década del materialismo, se gestó la figura del ejecutivo junior, el joven que está dispuesto a todo para llegar a la cima de la organización. Aunque al llegar a la cima se dé cuenta de que no existe nada, y no le quede otra opción más que arrojarse de la ventana de su penthouse.

Las películas representativas de esta década son “Wall Street”  una visión de lo cínica que se estaba volviendo nuestra sociedad, y que podría ponerse aún peor, lo cual sin duda sucedió. También esta Terminator una renovación del miedo que el hombre le ha tenido a las máquinas, incluso desde antes que se inventaran como tales. Y Robocop, la visión posmoderna de una humanidad donde la decadencia es tal que a la gente apenas le sorprende, pero a nadie parece preocuparle, que en las calles se encuentre una cosa mitad hombre y mitad robot con una pistola automática en la mano.

Los ochentas terminaron el día en que cayó el muro de Berlín lo cual resulta una analogía adecuada para lo que sería la primera década de la era de la comunicación. En esta década conocimos algo sumamente novedoso, tan novedoso que nadie sabía lo que era y sin embargo todo mundo quería hablar sobre la Internet. Las computadoras habían estado entre nosotros desde hacía años, en los setentas estaban en los cuartos aislados de las grandes empresas, en los ochentas las computadoras tomaron el lugar de las calculadoras de mesa y de algunas máquinas de escribir.

Pero fue hasta los noventas en que nosotros, las personas de a pie y sin dinero, que nos mantenemos siempre al margen de las cosas grandes, llegamos a tener un conocido que, sin ser un bicho raro de la tecnología, tenía en su casa una rudimentaria computadora, que en aquellos momentos nos parecía lo más increíble del mundo.  Sin embargo el Internet aún estaba a unos cuantos años de distancia.

En la primera mitad de la década de los noventas el tema de conversación fueron los virus de la computadora, el término de virus informático se popularizaría mucho tiempo después, las personas aún no sabíamos lo que era una computadora mucho menos entenderíamos lo que era la informática. Y durante la segunda mitad de la década de los noventas hizo su aparición el Internet, y como ya es costumbre junto con todo lo nuevo y revolucionario viene el miedo a que destruya la humanidad tal y como la conocemos.

A principios del siglo pasado el fin del mundo lo traerían las máquinas, a mediados del siglo pasado el fin del mundo lo traería la guerra, y así como actualmente el fin del mundo lo traerá el calentamiento global, en la última década del siglo pasado el fin del mundo venía de la mano de las computadoras el Internet y el Y2K. Afortunadamente, aunque para sorpresa de muy pocos, el mundo no se acabó en el primer segundo del primer día del primer mes del año 2000.

Y así como, de un día para otro, dejo de estar de moda la palabra milenio, se pusieron de moda dos términos, el “arroba” (@) y el “e-mail”. De hecho e primer programa de radio sobre tecnología  y computadoras, emitido en México por esas fechas, se llamaba precisamente “arroba”.

De esta manera se marcó la que quizás sea una de las brechas generacionales más grandes que haya habido en la historia de la humanidad, pues ahora todos los que éramos jóvenes teníamos algo que los viejos no podían tener. Salvo algunas contadas excepciones, ahora todos los jóvenes teníamos nuestro e-mail, es decir todos teníamos nuestra “@”. Aunque en la actualidad hemos ido incluso más lejos, ya no es que todos tengamos nuestra “@” sino que ahora cada uno de nosotros somos una “@” (@CarlosArizpe).

De esta forma el mundo, el tiempo, y la historia avanzan. Lo que en su momento fue innovación en el futuro será la norma, nadie sabe lo que vendrá después el actual “Boom de las redes sociales”, de lo que sí podemos estar seguros es de que, irremediablemente pasarán de moda y quedarán obsoletas por las nuevas tecnologías, las cuales quizás en este preciso momento ya se estén desarrollando, por lo menos en la mente de alguna persona. Al realizar un balance del siglo pasado, creo que nos toca estar orgullosos por lo que la humanidad logró hacer en tan sólo 100 años.

Hemos pasado de la invención del aeroplano a la exploración de otros cuerpos celestes. Fuimos de la introducción comercial del cinematógrafo, a la implementación de pantallas Imax en 3D. Y lo que más ha cambiado la cara de las cosas a nivel mundial fue el pasar de los mecanismos de relojería a las computadoras personales.

Personalmente no puedo ni siquiera imaginar cómo será todo dentro de unos 100 años. Me gusta pensar que algún blogger del futuro se encontrará dentro de 100 años haciendo un artículo (mediante alguna de las futuras tecnologías de la comunicación) recapitulando todas las cosas que se hicieron en este siglo, el cual tenemos el privilegio de que está empezando con nuestra generación. 

Ahora que termino de escribir este artículo, y leo nuevamente el encabezado del mismo, vuelvo a hacerme la misma pregunta “¿Cómo hemos llegado hasta aquí?” y sólo se me ocurre una respuesta: Con mucha suerte.

domingo, 27 de julio de 2014

EL LARGO CAMINO DE LAS NUEVAS TECNOLOGIAS

Este artículo fue escrito y publicado originalmente para la extinta página de WACHA.tv en el 2012.

Todo mundo está hablando sobre redes sociales, son lo de hoy. Y al igual que en su momento la radio, el cine, o la televisión fueron objeto de diversos estudios científicos acerca de cómo cambiaban el comportamiento de la gente, el Internet y las redes sociales parecen ser, desde hace ya varios años, las nuevas cabezas de turco.

Recuerdo haber leído hace mucho un estudio de los años 40, que afirmaba que los comics podían despertar en la juventud actitudes violentas de una manera nunca antes vista, y advertía sobre los peligros de su lectura.

No debería sorprendernos este tipo de actitudes fatalistas ante las nuevas tecnologías, si tomamos en cuenta que cosas tan divinizadas en la actualidad como lo son los libros (quienes los leen suelen ser considerados como individuos más inteligentes que el común de las personas) en su momento también fueron cuestionados y acusados de provocar enfermedades a quienes los leían.

Por ejemplo el personaje de Alonso Quijano (Don Quijote en la novela de Cervantes) se volvía loco por pasar todo el día leyendo libros de caballería, hasta el punto en que sus amistades tuvieron que quemar sus libros para intentar salvarlo de la demencia.

Las líneas anteriores a modo de reflexión sirven para dos cosas, y no se preocupen, no voy a decir una grosería. Primero que nada sirven para demostrar que, además de guapo, soy muy inteligente. Y en segundo lugar, y por lo tanto menos importante, sirve para darnos una perspectiva del patrón de acusaciones que tienen que seguir todas las nuevas tecnologías, en el largo e ingrato camino hasta convertirse en la norma a la que ya nadie presta atención.

Por ejemplo, desde hace décadas, nadie más publica estudios científicos culpando a las historietas de la violencia que demuestran los jóvenes.

Y es importante mantener este tipo de cosas en perspectiva, sobre todo en la actual era de la “infoxicación” para dar su justa dimensión a noticias como la que se dio el día de hoy. La Escuela de Negocios de Chicago ha concluido un estudio que se realizó para conocer el nivel de adicción de herramientas como las redes sociales o el correo electrónico.

Los resultados serán la delicia de los Psicólogos de Tele tienda amarillistas y de Pastores Evangélicos apocalípticos, pues según los resultados Twitter podría ser más adictivo que fumar o beber alcohol.

El equipo dirigido por Hofmann evaluó el comportamiento de 205 personas, de entre 18 y 85 años, en la ciudad alemana de Würtzburg. Los datos obtenidos determinaron que la red social de micro-blogging encierra una adicción difícil de resistir, tanto o más que los cigarros o el alcohol.

"Algunas actividades fisiológicas como el sueño o el sexo pueden generar impulsos más fuertes, pero la gente es más propensa a ceder a las necesidades digitales", afirma Wilhelm Hofmann, director del equipo que realizó el estudio.

"Hay personas están más atentas a los tweets que a las conversaciones donde están físicamente presentes". "Esto se debe a que la tentación digital es, en comparación con el cigarrillo y el alcohol, más difícil de resistir, porque se percibe como menos peligrosas y sin gasto asociado". En otras palabras, es más barato, fácil y mejor visto “twittear” o “facebookear” que tomar alcohol, fumar, o sostener una conversación cara a cara.

Me temo que este tipo de noticias se harán cada vez más comunes, de la misma forma en que lo vienen haciéndose ya desde hace varios años.

Encabezados como “Enajenación por Twitter causa rebeldía en los jóvenes” o peor aun “Vlogger pierde el control y abre fuego en su escuela” serán cosas que dentro de poco nos tocará ver, puesto que la historia es cíclica.

De hecho y a juzgar por los recientes acontecimientos en nuestro país (y en otras partes del mundo) no me sorprendería que alguien este ya preparando el estudio sobre la rebeldía que causa Twitter entre los jóvenes.

La pregunta que debemos hacernos ante esta nota y las notas que le seguirán es: ¿Son realmente las tecnologías los causantes de estos comportamientos? ¿Es acaso que no hay en la vida de las personas una infinidad de estímulos diversos e independientes capaces de detonar estas conductas?

Si de verdad los videojuegos hubieran sido causantes de todos los males que en los años 90’s se les adjudicaron, entonces hubiéramos tenido ejércitos de niños violentos abriendo fuego con las armas de sus padres por las calles (yo entre ellos). Sin embargo fueron solamente casos aislados tanto que podemos contarlos con una sola mano.

¿Será que Don Quijote se volvió loco por leer libros compulsivamente, o será acaso que Don Quijote leía libros compulsivamente porque ya estaba loco?

sábado, 26 de julio de 2014

INTERNET ES SOLO UN HOBBIE.

Este es un artículo que escribí hace un par de años, en un momento en el que las cosas no iban nada bien en mi vida. Lo escribí para sacar un poco de vapor. Hoy, a la distancia, lo leo y creo que puede ser útil tenerlo publicado en este blog, por si alguien se lo encuentra algun día y, al momento de leerlo, le sirve para hacer catársis.

 
De cierta manera me siento en el mismo punto que hace 4 o 5 años. Que por cierto coincidió con el momento en que decidí tomar seriamente esta plataforma de Internet como medio de expresión y comunicación al mundo.

Me siento en el mismo punto, y siendo casi la misma persona, sin embargo tengo la percepción (y creo que es una percepción correcta), de que el mundo exterior es lo que ha cambiado enormemente, desde aquel 2008 tan deprimente, oscuro y frío (no se porque lo recuerdo como frío).

Recuerdo que en ese año compré mi primera cámara de video, una cámara que había deseado, casi inconscientemente desde mi infancia. Y a raíz de eso decidí enfocarme a divulgar la cultura, literatura, historia, ciencia, entre algunas otras cosas que eran de mi interés, utilizando el Internet.

Estaba decidido a convencer a la gente de que le gustasen las mismas cosas que a mi me gustaban. Mejor aún, estaba convencido de que a la gente obviamente le deberían de gustar las mismas cosas que a mi me gustaban, después de todo eran tan geniales (¿Quien no se apasionaría con la vida y obra de Da Vinci o de Aristóteles? por ejemplo).

El único problema, a mi forma de ver en ese momento, era que la gente no conocía esto o no se lo habían mostrado aún. De tal manera lo único que yo tenía que hacer era mostrárselos y automáticamente tendría ejércitos de personas con las cuales compartir intereses.

Era tan simple ¿Por qué nadie lo había hecho antes? Vaya esto sin duda se iba a poner bueno. Sin embargo no tome en cuenta algo muy importante, fundamental y que de hecho lo comprendí al poco de empezar con mi cruzada para “desfacer entuertos”. La gente vive, y para vivir necesita dinero y el dinero no esta en la cultura o el arte. Es decir si hay dinero ahí, pero muy poco, y ese muy poco dinero que hay en la cultura y el arte, definitivamente no esta en Internet.

Debo reconocer que a algunas personas les interesó lo que hacia, pero de la misma forma que, incluso ahora sucede, siempre las pude contar con los dedos de mis dos manos. El buen gusto, al igual que la cultura y el libre pensamiento, son un lujo al cual no todos pueden o quieren acceder, y es ahí donde reside su valor. Pero esto no lo entendí sino hasta un par de años después.

Fue en el mes de Abril del 2010, lo sé porque conservo mis escritos de aquella época, cuando me quedé sin acceso a Internet por varias semanas, incluso más de un mes. Cabe aclarar que esto fue incluso antes de la creación de Mexivlogs. Así pues el espejismo de “Youtube” aun no hacia efecto en mí.

Fue un momento difícil personal y creativamente, en el cual la falta de computadora solo era un inconveniente más. Y haciendo un análisis a posteriori creo que este fue el momento en que renuncié al Internet como “plataforma de cambio”, es decir en este momento deje de creer en que era posible cambiar algo en el mundo usando Internet, ahora solo me quedaba el Internet como medio de expresión y realización personal. De eso me desengañaría también un año después, pero esa es otra historia.

Regresando al 2010 aquí esta algo que escribí en aquel entonces como parte de mis apuntes personales (mi ego machista me impide llamarles diario personal). Por cierto, desde siempre he marcado mis apuntes personales con la fecha exacta, supongo que es algún “tic obsesivo compulsivo”. Lo digo por que quizás en un futuro siga publicando mas cosas que escribí en mi pasado.

Sábado 29 de Mayo del 2010.
Hoy hace tres semanas que me quede sin Internet. Por patético que pueda parecer, he llegado a la conclusión de que me hace falta. Lo poco que había logrado construir en Internet definitivamente ya perdió periodicidad. Lo cual significa que todo este tiempo invertido no ha servido de nada.

No es suficiente, necesito hacer las cosas de diferente manera. También necesito dinero, mucho mas de lo que ahora tengo si de verdad quiero realizar algo que valga la pena. Supongo que los cimientos están ahí, pero no tengo recursos para construir el edificio, aún así, se que los cimientos son buenos, de tal manera que el edificio seguramente valdrá la pena.

El dinero mueve al mundo, y yo necesito una buena cantidad de mundo a mí alrededor. Muchas ideas en la cabeza, pero para realizarlas necesito dinero. Ya había decidido dejar Internet e intentar hacer otras cosas. Pero no pude, ¿o no quise?

Recuerdo que, en ese momento vino mi amigo Toño a mi casa, con la inquietud de hacer un podcast. Eso me dio nuevos ánimos y expectativas respecto al Internet y a sus posibilidades. Pero nuevamente mi realidad me regresa al lugar donde debo estar. Tras bambalinas ¿En la planeación quizás? Como dije alguna vez, algunas personas están hechas para escribir el plan de negocios y otras están hechas para presentarlo.

Hoy mas que nunca estoy convencido de mi decisión de dejar de lado mi intención seria de realizar cosas en la web. El hecho de encontrarme a mi mismo en la posición de no poder ni siquiera reponer un cable estropeado de mi laptop, me hace darme cuenta de lo poco que conseguí en todos estos años (3 años aproximadamente) intentando generar algo interesante en Internet.

No es agradable tener que admitir que has dedicado los últimos 3 años de tu vida a algo que no tenía sentido, ni futuro. Pero aquí estoy, a mis 24 años, sin ninguna expectativa, en frente de un mundo virtual que me dio la espalda, por lo tanto este es el momento en que yo haré lo mismo.

Es verdad que algunas cosas buenas vinieron de Internet, un par de buenos amigos, que hacen que no me vaya con las manos completamente vacías. Pero seamos honestos, las amistades por Internet no me van a pagar el alquiler, el agua o la luz. Así que es mejor que vaya pensando en otra cosa. Es decir, ahora que el encanto ha pasado, debo regresar a la vida real.

Seguramente les parecerá gracioso si les digo que unos días después de haber escrito esto en mi diario, recibí un mensaje de un tal Werevertumorro (que conocía muy poco) y un tal Yayo Gutiérrez (que no conocía en lo absoluto) invitándome a participar en algo llamado Mexivlogs. Pero bueno como les dije esa es otra frustración que ya les contare en otra ocasión.

Durante este periodo que estuve sin conexión a Internet (año 2010) ni siquiera estuve frente a un monitor durante más de cuatro semanas enteras. No puedo creer la serie de limitaciones a las que me vi expuesto sin estar conectado. Y pensar que hace apenas 8 o 9 años, las computadoras me eran algo completamente ajeno.

Para poner un botón de muestra, me di cuenta de que en muchas ocasiones durante la vida cotidiana me veo en la necesidad de consultar rápidamente algún dato, algún nombre o la escritura correcta de algún termino al momento de estar redactando algo, e incluso para contrastar alguna información que circula por los medios tradicionales, ¿Qué opinaron los twitteros en el momento en que se anunció el secuestro de Diego Fernández de Cevallos? Que es una de las noticias que se dieron, en ese momento, que me encontraba sin conexión. Y es algo que no pude y jamás podré saber.

Los cambios en los medios creativos, medios de producción, áreas administrativas, etc., han sucedido tan rápido, que no nos damos cuenta de lo mucho que se ha optimizado la manera en que hacemos las cosas.

Por ejemplo hasta hace apenas diez años hubiese sido imposible para mí, hacer que algo que hubiese escrito llegara a la red, mucho menos el hacerlo con la rapidez con la que puedo hacerlo ahora.

Es decir si el pequeño Carlos de 15 años hubiese querido hacer que algo escrito por él llegara mas allá de su colonia, ya no digamos a otro país, hubiera tenido que sacar una fotocopia del escrito (o muchas fotocopias) y hacérselo llegar a algún conocido que estuviera fuera de su ciudad por medio del correo postal o llevarlo personalmente bajo el brazo.

Incluso dudo que el Carlos adolescente de hace diez años hubiera podido hacer la gran cosa aunque hubiera contado con una conexión vía "dial up", ya que además de tener que contratar espacio en servidor, y dirección de Internet, los lenguajes e interfaces de usuario de aquel entonces no eran para nada amigables con los usuarios, mucho menos con los usuarios que desconocíamos completamente el tema de Internet.

En realidad no necesito mirar tan atrás para hacerme consciente de los cambios. Debo confesar que soy literalmente un "late adopter" o en el lenguaje de Cervantes un "usuario tardío" puesto que mi primera computadora, de la vida, la adquirí en septiembre del 2003 y mi incursión y exploración del Internet no se dio sino hasta el 2005 (año en el que abrí mi primer blog el cual por cierto esta borrado y abandonado).

Dicho lo anterior, se entiende que toda esta corriente de nuevas tecnologías es relativamente nueva para mí, por lo menos en el sentido de que llevo menos tiempo usándolas que mis coetáneos. Quizás a eso se debió mi mayor entusiasmo inicial. Es decir hace 5 años.

En ese momento sencillamente me parecía que las posibilidades del Internet y los nuevos medios eran infinitas. Ahora lo veo mas limitado que nunca.

Como dije, de cierta manera, me siento igual que hace 5 años. Muy poco de mi persona ha cambiado (un poco menos iluso quizás, un poco menos idealista seguramente) a menudo me pregunto que le diría a mi yo del pasado si pudiera comunicarme con él. La verdad es que no estoy seguro.

Lo que si podría decirle a mi yo, de hace unos 5 años, seria que no confiara tanto en Internet, a lo mejor de esta manera hubiera podido hacer funcionar mejor las cosas en aquel entonces.

Y añadiría que después de todo lo que intento, es muy probable que el Internet nunca vaya a ser algo más que un simple hobbie de fin de semana. Porque al día de hoy nunca ha dejado de ser solo eso.

¿HASTA DONDE COMPARTIR EN INTERNET?

En esta temporada he estado escribiendo mucho en este blog, particularmente sobre mi vida personal, pues tengo planeado retomar mi diario personal de preparatoria en los próximos días.

Ha habido temporadas en las que no he escrito mucho, abandonando este blog personal durante meses. Desde hace unos días empecé a publicar, o mejor dicho a “republicar”, muchos de mis artículos que había escrito en otras páginas de internet, que ya no existen.

Decidí republicar estos artículos viejos, pues considero que en estos artículos tocaba puntos importantes, o bien exponía ideas interesantes que de otra manera se quedarían tan solo en forma de bits, almacenando telarañas virtuales, en alguno de mis viejos discos duros.

Pero principalmente, y esto fue algo que algunos de ustedes me lo habían estado pidiendo, decidí publicar en forma de posts, los textos que, a modo de diario personal, escribí durante mi época de preparatoriano. Entre los 15 y 16 años.

Algunos de ustedes ya los vieron la primera vez que publiqué algunos de ellos. En esta ocasión planeo volver a publicarlos, además de otras páginas que no publique la primera vez.

Estos textos irán acompañados de algunas imágenes para ilustrar la anécdota que se cuenta en el post. Desde luego estos escritos carecen de estilo, y en su mayoría narran aspectos y momentos un tanto vergonzosos de mi época de adolescente. Y es que ¿Quién de nosotros no tuvo una adolescencia vergonzosa?

Esto me trajo una pregunta a la cabeza. Me pregunto ¿Qué tanto de nuestra vida personal se puede, o se debe, compartir en internet? ¿Hasta que punto es sano compartir cosas personales en internet para nuestra pequeña y anónima audiencia?

En el caso de mi diario de preparatoria, no me preocupa mucho, pues las cosas que ahí narro han sucedido hace casi 15 años. No obstante, en otras ocasiones ya he compartido a través de este blog, y a través de algunos videos en mi canal de YouTube, aspectos personales de mi vida, quizás demasiado privados, quizás demasiado reveladores.

He de confesar que, en un par de ocasiones, he estado a punto de revelar cosas que segundos antes de presionar el botón “Enter” me he arrepentido, y he terminado por no hacerlo. Finalmente, en todas esas ocasiones, hice lo correcto en arrepentirme.

La pregunta permanece en mi mente: ¿Hasta dónde es prudente compartir cosas personales en internet? Quizás esto se trate de un problema de “gremios”.

En alguna ocasión una colega, que se dedica a escribir, hacer comics y cosas por el estilo, le recomendaba a sus seguidores dentro de sus redes sociales que tuvieran cuidado con lo que decían, y sobre todo con la partes de su cuerpo que compartían a través de internet. Con especial énfasis, en el caso de que fueran menores de edad.

Mi amiga, por su parte, se caracteriza en sus redes sociales por comentar sobre sus periodos de menstruación, su feminismo, además de comentarios políticamente incorrectos a modo de sarcasmo, o bien comentarios políticamente incorrectos de forma accidental.

Sin embargo ella sostenía que en su caso este comportamiento era justificado, y en la mayoría de los casos obligatorio. Pues al dedicarse a una profesión “tradicionalmente creativa”, la gente aceptaba y esperaba este tipo de comentarios y comportamiento excéntrico. Casi podría decirse que era parte de su marketing online.

Pero esto, que en el caso de un adulto desarrollado y responsable, es una herramienta, en el caso de un adolescente en pleno desarrollo de su personalidad, podría traerle serios problemas a nivel emocional.

Esto de las redes sociales puede llegar a ser complicado hasta para los adultos. Quienes me sigan desde hace tiempo recordarán el artículo que me dedico la página de “SDP Noticias”, famosa por ser la competencia directa de páginas como “The Onion”, o “el Deforma”, tan solo por hacer unas cuantas “bromitas estudiantiles” el día en que se murió Jenny Rivera.

 
 Ni aguantan nada, hombre.

 La escritora (estadounidense creo) Kierstein White suele decir que, ella toma los momentos más felices de su vida, junto con los momentos más tristes, y los guarda para ella. Lo que está en medio de estos dos extremos es lo que se permite compartir con sus lectores, a través de sus redes sociales.

Parece que esto es lo que, inconscientemente, yo he venido haciendo durante todos estos años. De hecho podría decir que esto es lo que hace todo mundo dentro del internet. Aun así, creo que es prudente el replantearme (¿replantearnos?) estas cuestiones de vez en cuando.

Al final de todo, de lo que se trata es de no terminar siendo accidentalmente el nuevo “FUAAA”.

viernes, 25 de julio de 2014

¿SOMOS CREATIVOS?

Debo comenzar diciendo que yo no soy fanático del fútbol, sin embargo cada cuatro años me siento enfrente del televisor y disfruto, si en efecto disfruto, todos y cada uno de los pocos partidos que logra jugar la selección.

Y si soy honesto nunca he gritado al momento en que nuestra selección ha anotado algún gol, aun no llego a ese punto, pero también debo admitir que no puedo dejar de sentir en mis adentros esa sensación de emoción muy parecida a la que todos los mexicanos deben estar sintiendo en ese momento, que tampoco es para tanto, básicamente es segregación hormonal del cerebro y actividad cardiovascular motivada por el estimulo visual.

En todos y cada uno de los mundiales que me ha tocado presenciar en mis 27 años se ha repetido la misma historia, perdemos con un sentimiento generalizado de que pudimos haberlo hecho mejor (o mejor dicho, de que los jugadores del equipo de México pudieron haberlo hecho mejor).

Le comentaba a un amigo mi opinión, creo que en el fondo de la tragedia mexicana, de esta situación que todos conocemos y que hasta chistes se hacen al respecto, como el ya clásico cuento de la cubeta llena de cangrejos, subyace muy en el fondo una profunda y generalizada incompetencia que no nos hemos podido sacudir generación tras generación. Es decir, seguimos siendo, en cierto sentido, el mismo pueblo ignorante que no ha podido consumar la lucha de independencia.

Esa es mi opinión, en cierto sentido seguimos siendo un pueblo ignorante, una prueba está en que ni siquiera nos atrevemos a llamar a las cosas por su nombre directamente y sin cortapisas, nos pasamos la vida entera utilizando eufemismos para no mencionar lo obvio, nos referimos a construcciones idílicas como "el aguante de los mexicanos", "el pueblo trabajador", "la raza de bronce", "jugamos con coraje y con corazón" o nos contentamos con presumir la más extendida de las mentiras que nos hemos creado "el ingenio del mexicano".

Ya no podemos seguir mintiéndonos a nosotros mismos, la verdad puede doler pero definitivamente duele más vivir en la mentira y ya es hora de afrontarlo. No es cierto que los mexicanos seamos creativos, si realmente fuésemos un pueblo creativo, en general, no estaríamos en la situación en la que estamos, ni seriamos el país tercermundista que somos, así de simple.

Y no me malinterpreten por supuesto que México tiene grandes personalidades, gente muy creativa, pero yo me refiero a que en general, como pueblo, como masa, desde un punto de vista sociológico más que psicológico, en promedio no nos destacamos por ser un país creativo.

La creatividad lleva implícito el verbo crear, y contrario a esto, nuestra economía y el manejo de nuestro gobierno, nos está aproximando a convertirnos en un país con industria maquiladora, somos mano de obra, así se nos ve en el extranjero y esa es nuestra tarjeta de presentación, somos "el pueblo trabajador". Bueno pues la mala noticia es que nuestra industria no es creativa.

Para poder hablar de un país con ingenio y creatividad primero debemos entender claramente lo que es la creatividad. La creatividad es lo que nos ha permitido emerger desde nuestros primitivos inicios hasta el lugar preponderante que hoy ocupamos en la cadena de la biodiversidad de este planeta.

Es la creatividad al lado de la investigación y la conservación del conocimiento previamente adquirido lo que nos ha permitido, gozar de todo lo que en este momento nos rodea, desde las básicas comodidades como un techo sobre nuestras cabezas hasta las más complejas tecnologías que se renuevan día con día.

Por ejemplo mientras escribo esta entrada, me encuentro en mi casa disfrutando de una refrescante brisa que viene de mi ventilador, esto es posible gracias a Schuyler S. Wheeler.

Hasta antes de 1882 si las personas querían refrescarse tenían que salir al aire libre o ventilarse con artilugios manuales. Afortunadamente un buen día a nuestro amigo Schuyler se le ocurrió unir un par de aspas a un motor eléctrico y de esa forma mejoro en este aspecto la calidad de vida de todos desde las personas de su tiempo, hasta quienes nos servimos de su invención en la época actual.

De esto se trata la creatividad de unir dos o más cosas que ya existían y darles un nuevo uso, muchos afirman que no hay nada nuevo bajo el sol, todo lo que se inventara algún día ya existe de hecho, y esto en cierto sentido es cierto.

Schuyler unió algunas aspas que ya existían con un motor eléctrico que invento Michael Faraday, que a su vez se apoyo en los descubrimientos del químico danés Oersted, y así podríamos seguir la cadena causal cada vez más atrás hasta perdernos en las tinieblas más antiguas de la historia.

Lo que podemos recalcar es que la creatividad personal recae en la creatividad de quienes han estado antes de nosotros y de quienes nos rodean, de la misma manera que en nosotros también recae la responsabilidad de contribuir con la creatividad de nuestros contemporáneos y con la de quienes habrán de sucedernos.

Sin embargo algo tan importante como la creatividad, suele dejarse al azar o al desarrollo intuitivo, sobre todo en países como el nuestro, o pregúntense, ¿Cuántos de ustedes que me leen han ido a un curso de verano de creatividad? o peor aun ¿Cuántos de nosotros llevamos la asignatura de creatividad cuando cursamos la primaria?

La creatividad debería ser sujeto de estudio, incluso desde la formación primaria más básica. Dependemos de nuestra capacidad mental para seguir avanzando como especie y sociedad, ya es tiempo de agregar a nuestra educación cotidiana las herramientas que nos faltan, esto claro en el caso de que queramos brillar como pueblo mexicano que somos.

Debemos buscar poner en alto nuestra imagen como individuos, y por consecuencia como país, todos los días de la semana, durante todas las semanas del año y no limitarnos a enloquecer y pintarrajearnos la cara cada cuatro años.

RESEÑA DE TOY STORY 3

Este artículo fue publicado originalmente en la desaparecida pagina de SUBALTERNO el 22 de Junio del 2010. La recupero para este blog porque me parecieron interesantes algunos puntos que toco en este texto.



Esta semana vi la película de Toy Story 3, y al final me quedó un sabor de boca que solo puedo definir como: "no pudo ser de otra manera".

Definitivamente Toy Story 3 no se trata de una película extra para avivar mas una franquicia, que por cierto ha resultado ser muy buena, por el contrario esta tercera, y espero ultima, película fue el broche perfecto para una trilogía infantil que sin duda pasará a tomar su lugar como clásico al lado de Blanca Nieves y otras tantas que nuestros hijos seguirán viendo en el futuro.

Andy el dueño de los juguetes ahora lo vemos convertido en un jovencito, casi adulto, que hace muchos años ya ha dejado de jugar con sus juguetes. Los juguetes están ansiosos por volver a experimentar que jueguen con ellos, por desgracia accidentalmente son desechados y terminan siendo juguetes en una guardería de preescolares. Lo que al principio parece ser un golpe de suerte, al poco tiempo cambia, pues descubren que fueron a parar a un lugar que no es exactamente agradable.

Faltan muchos personajes de las primeras dos películas, afortunadamente ninguno de los entrañables, y se suman un Ken y una Barbie al reparto, los cuales en mi opinión resultaran mas graciosos a los adultos.

De hecho me quedó la sensación de que esta película no fue hecha para los niños de hoy, sino para los adultos que vimos la primera parte cuando fuimos niños, aunque no contiene ningún guiño (obvio) a las películas anteriores, uno se siente en todo momento como si estuviera asistiendo a una reunión de ex-alumnos de la primaria, vamos que si me pidieran definir la cinta con una sola palabra esta sería "nostálgica" aunque en ningún momento la historia apela a ese recurso, mas bien es una cuestión que le provoca internamente a uno, como espectador.

Otra cosa que resaltar, es el momento de clímax máximo (no se preocupen que no desvelaré nada de la trama) el tratamiento que le dan a esta parte en particular me dio la impresión de ser un tratamiento adulto, y en este momento me gustaría mencionar que tarde unos 5 minutos en redactar la oración anterior pues no alcanzaba a seleccionar las palabras adecuadas para lo que quería decir.

Solo diré que en el punto medio de la historia, los niños que la vean se pasaran un buen rato, pero me parece que hay muchas mas cosas detrás de las escenas que nos muestran en esa secuencia, que dicho sea de paso aquí es donde se ve el oficio y la disciplina de los buenos animadores.

Sin necesidad de diálogos, los artistas resuelven de manera magistral la escena valiéndose de pura actuación de los personajes, y es aquí también que se nota lo atrasado que va nuestro país, México, en cuestión de animación, pues cada que sale una nueva película de animación mexicana, parece que a los artistas se les olvida que un animador no es mas que alguien que actúa con el lápiz sobre el papel.

Y bueno en cuanto a lo técnico que se puede decir, si cada uno de los frames que vemos en la pantalla necesito de 7 horas de procesamiento, al comparar esta ultima entrega de la historia con la primera que salio hace 15 años, es como si comparásemos las películas actuales con las realizadas en la década de los cincuenta, lo cual las hace mas entrañables aun.

Un ultimo apunte y que es con lo que venía abriendo este articulo, el final es uno de los mejores que ha hecho Disney, incluso me atrevo a decir que no hay un final, que se parezca aunque sea un poco a éste, en ninguna otra película de esta compañía, aunque aquí hablo a ciegas ya que no he visto todas las películas que ha hecho Disney, así que si alguien de los que lean esto opina diferente, les agradeceré cualquier tipo de aclaración.

 Si son adultos pertenecientes al género humano y tienen corazón, seguramente al igual que yo, no se salvaran de, por lo menos, un nudito en la garganta, con la escena final de la película, así que les recomiendo que guarden un poco de refresco en su vaso para el final.

FOC la foca depresiva. 010


jueves, 24 de julio de 2014

LA VERSION FILTRADA DE UNO MISMO.

 Existen muchas técnicas para explorarnos a nosotros mismos. A mi siempre me ha parecido que la existencia humana carece de sentido, y por lo tanto el sentido de la existencia de todos nosotros será precisamente la de encontrarnos un sentido a nosotros mismos.

Para este menester, uno tendrá que conocerse a si mismo. Existen muchas técnicas para conseguir esto, desde ir a psicoterapia, practicar técnicas de meditación, visualización creativa, incluso la lectura de libros. Pero, con esto en mente, me resulta una mejor idea el escribir nuestro propio libro de la vida, escribir pues un diario personal.

Escribir sobre lo que sientes, sobre lo que piensas, meditar sobre lo que te gusta y disgusta de tu propia vida, o de las demás personas. Poner por escrito reflexiones, análisis y preguntas que te planteas es uno de los medios más efectivos para obtener respuestas, ideas y conclusiones, y esto a final de cuentas afecta y modifica nuestra vida.

La escritura también nos ayuda a filtrar y desechar pensamientos secundarios, las palabras que quedan plasmadas en el papel, necesariamente ya han sido pasadas, por lo menos, por el filtro de nuestra mano hacia el papel. Este fenómeno no suele darse al momento que hablamos por ejemplo, o en el caso de nuestros pensamientos vagos y aleatorios que revolotean en nuestra mente en todo momento.

Así pues en el diario personal seria una especie de versión filtrada y concentrada de nosotros mismos. Tu diario personal serias entonces tú mismo, pero sin rodeos.

Revista MAD y el altruismo.


Mad fue una de las revistas que marcó mi infancia, inclusive tengo una curiosa anécdota al respecto. Pues les confesaré que la única ocasión en la que he sido altruista, en toda mi vida, realmente fue para poder comprar un ejemplar de esta revista.

Les explico: No recuerdo cual fue exactamente el año, pero es muy fácil relacionarlo, ocurrió en el momento en que uno de los huracanes de los 90s arrasó con el estado de Guerrero, en México. Me parece que fue el huracán Paulina o alguno de los que ocurrieron por aquellas épocas.

Se hacían colectas para ayudar a los damnificados, ya saben comida, ropa usada y cosas que pudieran ayudar a la gente. No recuerdo porque razón, un día yo me encontraba en una farmacia, en ese lugar estaban haciendo una colecta de ropa y alimentos para mandarlos a los damnificados. Pero también, y más importante, había un apartado de revistas.

Ahí estaba la nueva edición de la revista Mad, pero yo no traía suficiente dinero para comprarla. En esa época yo asistía a una escuela religiosa, por lo cual mis padres creían, equivocadamente, que yo era un buen niño, amable, sensible y caritativo. Entonces utilicé esto para engañarlos y comprar la revista que quería.

Regresé a mi casa, y no recuerdo con que mentira, conseguí que me dieran el dinero para completar la revista. Luego, para tener la excusa de regresar a la farmacia, y comprar esa revista, les dije a mis papás que seria una muy buena idea ir y donar alguna de mis prendas viejas, que yo ya no usaba, para los niños damnificados de Guerrero.

Casualmente, y en un acto que no tenia nada que ver con el dinero que les acababa de pedir, hacía un momento había pasado por una farmacia que era centro de acopio para damnificados del huracán.

El resto de la anécdota se cuenta solo. Algún niño obeso en Guerrero recibió una chamarra usada por mí, y yo regresé a mi casa con una revista Mad de la cual aun recuerdo más o menos el título: "Manual para bodas del mismo sexo"... básicamente así fue mi infancia.


LA FELICIDAD ES PASAJERA.

 
Siempre me ha parecido extraña la naturaleza múltiple de la existencia. Lo digo de esta forma, aparentemente complicada, por no encontrar otra manera mas clara de llamarle, pero tratare de explicar a lo que me refiero.

Todos hemos experimentado ese estado en el cual tenemos una buena temporada, momentos en nuestra vida en donde las cosas salen bien, o quizás periodos de tiempo en donde disfrutamos de una paz y tranquilidad notables. Vamos, que en la vida hay temporadas buenas y temporadas malas.

Creo que en este momento me encuentro en una de esas temporadas en donde las cosas están tranquilas y relajadas, dentro de mi vida. Me preocupa un poco, pues el que me encuentre tranquilo actualmente, sólo significa que lo siguiente será una racha de cosas y eventos interesantes, y que seguro me harán salirme de esta zona de confort a la cual he llegado.  Pero, en caso de que suceda, esa será otra historia.

A lo que me refería al decir “naturaleza múltiple de la existencia”, al inicio de este texto, es al hecho de que mientras uno puede encontrarse en una buena temporada, irremediablemente en algún otro lugar del mundo (y seguramente en algún otro lugar de tu misma ciudad o colonia) se encuentra alguien pasando un mal momento.

Piénsenlo: en este momento en el que tú estas leyendo estas líneas, probablemente para relajarte luego de un día atareado, alguien en algún lugar estará pasando un momento sumamente difícil. Quizás esté pasando por una crisis emocional y personal, o tal vez tenga problemas familiares, o se encuentre en una situación de peligro, las posibilidades son muchas. Y todo esto, mientras nosotros disfrutamos de un buen momento.

Algo que yo solía hacer, hace algunos años en donde las cosas para mi no iban nada bien, era dar largas caminatas, hasta que llegaba a las afueras de la ciudad. Llegaba hasta un punto alto, donde tenia una vista aérea de toda la ciudad y pensaba: “En este mismo momento, en donde yo estoy pasando por todos estos problemas, y en donde de verdad ya no se que hacer, hay personas que siguen viviendo sus vidas, y que incluso son felices”.

Luego trataba de imaginar como serian las vidas de las demás personas, que en ese momento estaban pasando por un buen momento, un punto feliz en sus vidas. Completamente ajenos al sufrimiento por el que podríamos estar pasando otras personas en ese mismo momento.

Esta idea siempre me pareció muy peculiar. Mientras unos viven el cielo otros viven el infierno, aunque en realidad geográficamente nos encontremos en el mismo punto.

Otra cosa curiosa es que, cuando subía a este sitio desde donde podía ver buena parte de la ciudad, me sentía una especie de “voyeur”, o mirón, que estaba espiando a la ciudad entera. Yo podía verlos, o por lo menos podía percibir el movimiento de la ciudad a lo lejos, sin que ellos me vieran a mí.

Muy seguramente en este momento, mientras yo me encuentro en la tranquilidad y comodidad escribiendo estas líneas, a lo lejos hay alguien observando la ciudad, pasando por uno de los peores momentos de su vida.

Y quizás esté imaginando que, en otro lugar de esta ciudad se encuentra alguien viviendo un buen momento, mientras escribe estas líneas.

LO BUENO DE SER MALO


Este es un articulo antugüo, publicado originalmente en la extinta página ADVERSO.MX el 11 de Febrero de este mismo año. Momento en el cual estaba aún de moda todo este asunto de Flappy Bird.

La idea era muy simple, aunque no por ello menos creativa. Un toque de la pantalla hacia que un pájaro pesado, torpe y de alas cortas diera un brusco brinco en el aire para seguir avanzando. Si a esto le añadimos un pasadizo de tubos entre los cuales nuestro personaje debe ir avanzando sin tocar absolutamente ningún elemento del decorado, tenemos a uno de los juegos mas simples de explicar, incluso que la viborita, o el tetris. Por supuesto, explicar no es lo mismo que jugar.

Pajarraco de mierrr...

Lo que le acabo de describir lleva (llevaba) por nombre Flappy Bird, y hasta hace algunos días fue la ultima moda (anti-moda) en videojuegos, la mas fuerte y mas omnipresente desde los tiempos de Angry Birds. Es verdad que han existido otras cosas como el Candy Crush y esos, pero ninguno se ha expandido tanto y tan rápido como lo hizo ahora Flappy Bird.

Su creador se llama Dong Nguyen, un joven desarrollador de videojuegos vietnamita que lo lanzo en mayo del año pasado sin demasiadas pretensiones, ni esperanzas. Cualquiera hubiera dicho (sobre todo yo) que Flappy Bird era una mas de las aplicaciones basura que existen en la red.

Y así sucedió durante meses, desde mayo hasta octubre, del año pasado, nadie oyó hablar sobre esta aplicación/videojuego, y hasta entonces los pájaros más famosos, entre los jugadores casuales, habían sido los Angry Birds. Pero llegó el mes de octubre.

A finales de octubre su creador lanzó una actualización para arreglar algunos fallos en el juego, esto es algo común para un desarrollador. Entonces alguien le escribió el primer tweet sobre Flappy Bird a Nguyen.

“Fuck Flappy Bird,”

El juego era no intencional e inexplicablemente adictivo, debido a lo frustrante de su modalidad de juego. La gente comenzó a recomendarlo boca a boca, como una de esas cosas miserables que todo mundo debe de ver o experimentar, para hacer de este mundo un lugar un poco mas miserable. Como podemos ver, el instinto de autodestrucción de los seres humanos, se refleja hasta en los detalles más pequeños.

A lo largo del mes de noviembre el juego siguió haciéndose de más usuarios, poco a poco la gente añadía sus reseñas en la tienda de aplicaciones y comentaba sobre el juego en sus redes sociales. Hasta entonces todo iba normal, con el videojuego ganando popularidad, pero normal.

Por alguna razón desconocida, los usuarios del juego desarrollaban rápidamente una relación amor-odio-rabia con el personaje del juego. Un pájaro torpe de alas cortas. Muy similar a lo que nos provocaba el perro del juego Duck Hunt de la consola Nintendo. La diferencia es que en aquel entonces uno solo podía maldecir al perro a través de l pantalla, lamentablemente ahora… tenemos twitter.

Para finales de diciembre Flappy Bird era el videojuego número 80 mas descargado de la Appstore, en la categoría de juegos gratis. Y la cantidad de personas quejándose en twitter, de lo difícil que era jugarlo, aumentó exponencialmente. El publicista español Risto Mejide, alguien muy acostumbrado al odio, demostraba en su libro Annoyomics como es que la gente disfruta de ser molestada, y en ocasiones esta dispuesta a pagar por ser molestada. Flappy Bird podría ser incluido como un buen ejemplo de esto, en alguna futura reedición de su libro.

Para mediados de Enero Flappy Bird se convirtió en la aplicación numero uno en descargas en el mundo. Los fans comenzaron a escribir reseñas en broma sobre lo grandioso que era el juego, y a darle puntuaciones de 5 estrellas en tono sarcástico. Además de que se dio una moda, similar al fenómeno 2 girls 1 cup, en donde la gente advierte al resto de los usuarios que no han jugado el juego para que bajo ninguna circunstancia lo descarguen y lo jueguen, y que mejor salven sus vidas ahora que pueden. De la misma manera que si le dices a alguien que no pruebe una salsa que esta demasiado picante, todo mundo comenzó a probar Flappy Bird.

Mientras tanto el creador del videojuego seguía recibiendo comentarios mayoritariamente negativos acerca de su juego. Igual que los fanáticos de la lucha libre, que van a los encuentros para abuchear al luchador rudo que mas odian. Salvo que en este caso, al parecer, la lucha libre no es muy conocida en Vietnam. Muchos de los mensajes que Nguyen recibió incluían insultos racistas, y amenazas de muerte.

El 6 de Febrero la pagina Kotaku publicó u articulo titulado “Flappy Bird esta ganando 50 000 dólares diarios con arte copiado”. Al parecer este fue el punto de no retorno para el pajarito torpe, con alas cortas.

Hay una vieja creencia en el mundo del arte. Se dice que todos los artistas no hacen otra cosa mas que retratarse a si mismos en sus obras. Una de las muchas teorías acerca de la Mona Lisa sugiere que, la mujer sonriendo en la pintura podría tratarse del propio Leonardo da Vinci, en sus años de juventud, travestido.

Otro ejemplo más contemporáneo seria el videojuego de Zelda, que obedece a la niñez que su creador Shigeru Miyamoto, pasó en las montañas y aldeas de su tierra natal. Además, uno no tiene más que mirar a cualquier artista de historietas o webcomics, para darnos cuenta de que, dentro de sus personajes, se reflejan muchas de las características físicas propias de su creador.

De la misma manera la inestabilidad de Flappy Bird parece ser una vieja conocida para Don Nguyen, quien el pasado 8 de febrero publicó en su cuenta de twitter que dentro de 22 horas quitaría el juego Flappy Bird de las tiendas de aplicaciones, pues no podía soportar esta situación durante mas tiempo. Al mismo tiempo dejó pendientes múltiples entrevistas a distintos medios, y algunas actualizaciones y adaptaciones de su videojuego, que él mismo había prometido en sus redes sociales.

Lejos de teorías conspiratorias, que argumentaban una posible demanda de Nintendo, lo cual el propio Nintendo negó hace pocos días, al parecer el creador de Flappy Bird decidió retirar su creación, con el genuino objetivo de que la gente lo dejara en paz.

En una de sus últimas entrevistas para la revista Forbes, Don Nguyen aclaró el porqué de su decisión en retirar a Flappy Bird de Internet: “El juego fue diseñado para jugar cuando estabas relajado. Pero terminó siendo un producto adictivo. Creo que se transformó en un problema”. “Mi vida no está siendo tan confortable como errantes, no puedo dormir”.

Al parecer Flappy Bird, y su creador, son el primer caso de “KurtCobainismo” en los videojuegos. Al menos yo no recuerdo a ningún otro videojuego, que se haya retirado del público debido a que tuviera demasiadas descargas y todo el mundo estuviera hablando de él.

Lo que si es muy reconfortante ante esto es, saber que en la actualidad el concepto de “morir de éxito” para un fenómeno mundial, ya no significa morir realmente. En vez de pistolas o sobredosis, el artista atormentado del nuevo siglo simplemente tendrá que dar clic sobre el botón “DELETE”.

martes, 22 de julio de 2014

LAS LEÓNIDAS

En noviembre de 1833 se presentó una increíble lluvia de estrellas que cubrió todo el cielo, esto causó el pánico entre buena parte de la población mundial. Estamos hablando de hace casi 200 años, cuando la sociedad disponía prácticamente de ninguna información o medios para comunicarse, por lo cual dicho tipo de fenómenos celestes deben haber sido sumamente perturbadores. Desde entonces este fenómeno es conocido como, las Leónidas. El cual se viene repitiendo de manera periódica cada 33 años, aunque con intensidad variable.

Esta es la historia, la noche del 12 al 13 noviembre 1833 se pudo observar desde América una inusual actividad de meteoros (también conocidas como estrellas fugaces). Las crónicas de la época recogen que los meteoros inundaron todo el cielo ofreciendo un espectáculo único, al mismo tiempo que terrorífico para las personas de aquel entonces. En Boston (Estados Unidos) se estimó que la frecuencia de los meteoros era comparable con la mitad de la cantidad de copos de nieve que se ven durante una fuerte tormenta de nieve. De hecho resulta increíble repasar las crónicas de aquella época, pues sin duda se trató de una noche sumamente agitada e impresionante.

El historiador estadounidense R. M. Devens puso a este fenómeno dentro de los eventos más importantes de Estados Unidos. El escribió que durante las tres horas del suceso se creyó que el fin del mundo llegaría al amanecer, y aun después de que terminara esta lluvia de meteoritos, la gente supersticiosa siguió creyendo que el fin del mundo llegaría en los próximos días.

Más sorprendente aún es saber que aun después de terminado el fenómeno, la gente seguía sin saber a qué se debía, o a que se debió, esta manifestación en los cielos nocturnos. Algunos periódicos publicaban las hipótesis de la época. El periódico Charlestón Courier, por ejemplo, publicó que las estrellas fugaces eran en realidad gases procedentes del sol que se incendiaban al entrar en la atmósfera de nuestro planeta debido a la electricidad. El United States Telegraph de Washington DC, publicó a su vez que el intenso viento del sur de aquella noche seguramente se había encontrado con una masa de aire electrificado, y que debido al frío de la mañana hizo descargar esta lluvia de luces sobre la tierra. En resumen las personas de 1833 creían que las estrellas fugaces no eran más que fenómenos atmosféricos. De ahí proviene el nombre con el que estos fenómenos son conocidos hasta nuestros días, “meteoros”.

Un año después, en 1834, el profesor de la Universidad de Yale Denison Olmsted, calculó a partir de sus propias observaciones, el punto celeste de donde parecían radiar los meteoros de la tormenta, y lo situó en la constelación de Leo. Concluyó de manera correcta, que las estrellas fugaces provenían de una nube de partículas situada fuera de la atmósfera de nuestro planeta.

Toda la atención que surgió a raíz de la tormenta de las Leónidas de 1833 provocó la revisión de los registros astronómicos de siglos anteriores. Integrando todos los datos de los que se disponía hasta el año 1837 se determinó el periodo de las tormentas de estrellas fugaces para entonces conocida como “las Leónidas” debido a su aparente origen en la constelación de Leo, en un período de 33 o 34 años, prediciendo una nueva tormenta en 1866. Llegados a este año, y tal y como se había predicho, la tormenta de las Leónidas mostró una gran actividad calculada en unos 17,000 meteoros por hora.

En un descubrimiento, aparentemente independiente, el 19 diciembre 1865 el astrónomo francés Ernst Wilhelm Tempel descubrió un cometa mediano en la Osa Mayor. Semanas más tarde desde Estados Unidos se realizó el descubrimiento independiente del mismo cometa por parte de Horace Parnel Tuttle. En 1867.

Dos años después de su descubrimiento, los astrónomos pudieron calcular la órbita de este nuevo cometa Tempel-Tuttle (llamado así en honor a Ernst Temple y Horace Tuttle los primeros en identificarlo) y la compararon con la lluvia de estrellas de las Leónidas. Entonces se dieron cuenta de la similitud de las trayectorias en torno al sol de los meteoros y del cometa. Finalmente se determinó que el punto en el espacio exterior, calculado por Olmsted del cual provenían las Leónidas, era una nube de partículas producidas por el cometa Tempel-Tuttle.

De hecho posteriormente se supo que este cometa había sido observado en el año de 1699, por Gottfried Kirch pero no fue reconocido, en ese momento, como un cometa periódico.

El fenómeno ocurre de la siguiente forma, La órbita del 55P/Tempel-Tuttle (nombre completo del cometa) intersecta precisamente con la de la Tierra, y de esta manera el material expulsado del cometa durante el perihelio se encuentra con nuestro planeta. Dicho material cae a la tierra y se consume durante su trayectoria, dando como resultado, el fenómeno de lluvia de estrellas. Este fenómeno de las Leonidas ocurre cada 33 años, cuando nuestro planeta y el cometa Tempel-Tuttle se encuentran.

El 17 noviembre 1966 es una fecha histórica, y digna de recordarse por todos los que les tocó presenciarla. Pues durante esa noche el fenómeno llegó a su máximo nivel, donde se veían 30 meteoros por hora por hora, cifra que luego ascendió a 200, luego a 30 meteoros por minuto, después a cientos por minuto, hasta llegar al increíble número de 40 meteoros visibles por segundo.

Se cuenta que en algunos pueblos la gente corrió a refugiarse en el interior de sus casas. Al parecer el miedo primitivo, y la superstición en algunas personas, no conocen tiempo ni lugar. Personalmente a lo largo de mi vida sólo me ha tocado presenciar un cometa surcando el cielo, esto sucedió de manera casual, es decir yo no acostumbro observar el cielo, ni siquiera me lo esperaba. Aun así fue una de las cosas más impresionantes, en cuanto a fenómenos naturales, que he visto en toda mi vida.

Ni siquiera me imagino lo sobrecogedor que pueda llegar a ser el presenciar un fenómeno como el del 17 noviembre 1966. Al menos para mí sería una de esas cosas que te pueden cambiar la vida. Lo cual me trae a la mente otra idea peculiar. Y es el hecho de que un fenómeno natural, como una lluvia de estrellas, puede causar tal expectación y emoción en las personas de la actualidad, siendo que en otras épocas era motivo de terror y huida.

Seguramente algunos fenómenos, que actualmente nos significan una catástrofe inevitable, algún día gracias a la ciencia los veremos como simples espectáculos que alimenten nuestra curiosidad y nuestro espíritu. La imagen de los hombres del futuro, reuniéndose una tarde de verano para observar de cerca un terremoto por ejemplo, o la erupción de un volcán, desde la seguridad de alguna instalación futurística, me resulta sumamente estimulante.

LAS "TRES ENES".


Solo existen tres grandes verdades inamovibles en el universo.

-Uno, que el programa de Laura Bozo va a seguir teniendo éxito, a pesar de lo malo que es, de que todo el mundo se queja de él, y por lo tanto lógicamente nadie lo ve. Lo cual es un misterio.

-Dos, que todos nosotros nacimos después, y moriremos antes que Chabelo.

-Y numero tres, que la vida es una constante decepción.

Afortunadamente para ustedes solamente voy a hablar de la numero tres. Mi vida es decepcionante y sus vidas también son decepcionantes. Si no me creen mírenme a mi, chaparro, negro, obeso, feo, esquizofrénico, desempleado, antisocial, pobre, con un enorme vacío existencial… y aun así, son ustedes los que están aquí leyendo mi blog y poniéndome atención. De verdad que son patéticos.

La vida nos lleva a acostumbrarnos a las decepciones.

Por ejemplo en los 90s yo me emocionaba con Alvin y las ardillas. Para los adolescentes estúpidos que puedan llegar a leerme Alvin y las ardillas, además de una desfasada película de Hollywood, fue una caricatura en los noventas. De hecho sus inicios fueron como marionetas en los 50s (creo), pero lo mejor de ellos vino en los 80s y 90s, con su serie de dibujos animados. Trata sobre tres ardillas que, no solo hablan, si no que además cantan.

En el momento en que esto sucede, y en contra del sentido común, nadie sale corriendo, o las rocía con agua bendita. Muy al contrario, a la gente le gusta, las quiere escuchar y todos compran sus discos. Yo he visto a mucha gente asustarse en la vida real cuando repentinamente habla un perico. Imagínense que pasaría el día que una ardilla cante en la vida real.

Nosotros no nos damos cuenta, pero nos hizo mucho daño a la gente de nuestra generación el haber crecido con la idea de que tres ardillas, arriba de un escenario y cantando mal, estaba bien. Por eso ahora tenemos cantantes como Justin Bieber o series como Glee.

Otra cosa decepcionante de cuando niños son los shows infantiles. No se porque la gente se empeña en hacer versiones mas baratas de los shows infantiles de moda, para hacer presentaciones de esos shows infantiles modestos, en el patio de sus casas. Tenemos que detenernos a pensarlo por un momento, los adultos toman algo que ya esta bien hecho, lo recrean de manera defectuosa, le quitan todo lo importante y se lo presentan de forma corriente a los niños.

Si lo que quiero es tomar algo bueno, volverlo malo, y enseñárselos a los niños, los inscribo en una clase de catecismo y ya está.

Y ahora que menciono al catecismo, otros de los personajes infantiles que de niños nos decepcionan, son los reyes magos. Para quienes tengan la dicha de no ser religiosos, y no tengan la menor idea sobre religión, los reyes magos son esos señores que visitaron a Jesucristo cuando nació, y le llevaron tres regalos, oro incienso y mirra.

Yo siempre he pensado que si tuviera un hijo y llegan tres tipos de barba y pelo largo, usando vestidos, y diciendo que vienen a visitar a mi hijo, y le traen regalos… inmediatamente le hablo a una patrulla, al DIF y hasta al arquitecto Benavides.

Pero les estaba comentando sobre los reyes magos, específicamente los reyes magos de las plazas comerciales o que están en la calle, generalmente ellos tampoco le ponen mucho empeño a su trabajo. A quien de niño no lo acercaron una vez a algún rey mago callejero y les dijeron:

- Quionda hijo que quieres que te traigan tus pap… ah, los reyes mag… los… nosotros.
- ¡Quiero que me traigan a un policía si no me suelta usted en este momento!

Los padres son unos inconscientes, yo no entiendo bajo que concepto se les ocurre que está bien dejar, aunque sea por un momento, a sus hijos en las piernas de una persona, cuya vida lo ha llevado a aceptar el trabajo de vestirse de Santa Claus, o Rey Mago, en medio de la calle, en un día de monterrey a 35 grados centígrados. ¿A caso piensan que este hombre dejo su cátedra de filosofía humanista, para venir a ponerse una botarga y barbas en medio del sol, a causa de su cariño hacia los niños?

No sabes lo que puede estar debajo de ese traje, un exconvicto, un asesino serial, un sacerdote, todas cosas horribles.

Luego de tantas decepciones de niño llegué a la conclusión de que, la única manera de no decepcionarse es: “no esperar nada de nadie nunca”. Yo le llamo, las “tres N” de la vida, uno debe vivir bajo el supuesto de no esperar Nada de Nadie, Nunca.

Por ejemplo seguramente ustedes han venido a este artículo, dentro de esta paginucha olvidada en un rincón de Internet, esperando divertirse, o quizás con la intención de aprender algo nuevo. En lugar de esto, ahora que han terminado de leer este articulo, se largaran con un buen ejemplo práctico de lo que es experimentar la decepción, por ustedes mismos.

domingo, 6 de julio de 2014

REGRESE A MEDIA NOCHE.

¡Regresé! En lugar de disculparme, o darles excusas acerca del porque no había escrito en este humilde blog, mejor comenzaré por decirles que tengo una convicción de que, este blog personal, ha de mantenerse de esta manera. Siendo un espacio personal y de ninguna manera se convertirá en una ocupación. 

El hecho de que no reciba jamás ningún tipo de remuneración por escribir aquí, me ha ayudado mucho a mantener esta convicción, durante todo el tiempo que lo he procurado. Por lo tanto, todo perfecto.

En el momento en que cualquier cosa en la vida real, o en la vida irreal, me ofrece la oportunidad de ganarme algún peso, ni siquiera lo pienso para abandonar todas estas idioteces del internet, que nunca me llevarán a ningún lado.

Pero aquí me encuentro de nuevo, sin dinero, sin amigos y enfrente de mi computadora. Aunque en esta ocasión he regresado también al lápiz, el papel y la tinta china. En el posteo anterior pudieron ver la primer tira cómica de un personaje que desde hace mucho tiempo no dibujaba, pero que es mi creación más entrañable, pues lo inventé cuando tenía unos 7 u 8 años.

Se llama Foc, y ese monigote a los ojos de un niño de 7 años, se trata de una foca. Y obviamente se llama Foc, porque siendo foca, pero macho, no se podría llamar foca. Y en un momento en donde no estaba muy familiarizado con la cultura anglosajona, se le quedo “Foc”, para la posteridad.

Quizás algún día les contaré las historias de mis primeros años de artista de comics, incluso antes de saber que se llamaban comics.

Tengo planeado publicar la tira cómica de Foc con una periodicidad de lunes, miércoles y viernes, es decir tres veces a la semana. Ya veremos cuanto tiempo me dura la fuerza de voluntad, y sobre todo el interés (o desempleo, que para mí es más o menos lo mismo).

También como premio de consolación aquí les dejo un texto de hace mucho tiempo, año 2006 más o menos, en donde hablo a manera de prosa poética (imbécil), de una relación amorosa, de esas que vivimos todos, y que marcan nuestro paso entre adolescencia y adultez.

Se despide el Carlos actual, y se queda con ustedes el Carlos del 2006, un poco más joven y un poco, todavía más, deprimido.


Medianoche en mi mente, y en tu recuerdo.

Ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste. Esa noche sagrada, no encuentro otra manera de describirla, cuando tu “ambiente friki” me dio mi “bendición inicial” hacia el mundo de la hombría, el mundo adulto. Qué ironía que alguien de comportamiento tan juvenil, sea la encargada de adentrar a alguien en el mundo de la madurez.

Cumpleaños, un obsequio apagado en blanco y negro, ni siquiera en sepia. Un corazón envuelto en un lazo de terciopelo hecho en Taiwán, con un mensaje corto simple y directo: “Te quiero”. En ese momento fue para mí el tesoro más preciado en todo el mundo. El día de hoy es tan solo un recuerdo borroso, que corre peligro de perderse, si no fuera porque ahora lo estoy resguardando al escribir estas líneas.

Las tiendas de “todo a un mismo precio”, han ayudado, desde que surgieron, a materializar los deseos cursis de las colegialas adolescentes y sin dinero.

Por mi oído se cuela un susurro delicado, que se encarga de accionar todos los mecanismos fisiológicos que existen dentro de mí. Serán las primeras veces que experimente estas sensaciones. Tristemente, también las recordaré como las últimas.

Las revelaciones de tu mundo corrieron entonces por mi propia sangre. Me encontraba hipersensible, cargado con simbolismos viejos. Temeroso a los símbolos nuevos que se me imponían ahora al entrar, a medias por voluntad, a medias por no tener otra opción, en el mundo de las relaciones interpersonales.

¿Dibujar mujeres? Eso es muy fácil. Estudiarlas, comprenderlas, escribir historias sobre ellas, es más fácil todavía. Lo difícil es tocarlas.

En tu boca se escuchaba interesante, incluso algo tan bobo como: “Ir a la cárcel, al hospital, o al panteón, por la persona a la que amas. ¿Qué es lo más romántico de las tres opciones?” Esta es una de las frases más estúpidas que haya escuchado dentro de una cita romántica, o por lo menos algo que intentaba serlo. Muchos años después conocería la que definitivamente es la peor frase para romper el hielo, la cual es “Oye y a ti alguna vez te han atropellado”. Pero esa es otra historia.

A mi izquierda, "contar historias, sueños, fantasías" a mi derecha, “mundo real, cuadrado y gris”. Pero en medio siempre estuviste tú.

Claro está, hasta el momento en que tuvimos que decirnos adiós. Esa es una historia que quizás nunca seré capaz de escribir. Supongo que el día en que pueda escribir al respecto, será porque soy un ser superior, capaz de las grandes proezas que siempre soñé.

Por lo pronto, esta noche he decidido ser simplemente otro ser humano que escribe.