viernes, 25 de julio de 2014

¿SOMOS CREATIVOS?

Debo comenzar diciendo que yo no soy fanático del fútbol, sin embargo cada cuatro años me siento enfrente del televisor y disfruto, si en efecto disfruto, todos y cada uno de los pocos partidos que logra jugar la selección.

Y si soy honesto nunca he gritado al momento en que nuestra selección ha anotado algún gol, aun no llego a ese punto, pero también debo admitir que no puedo dejar de sentir en mis adentros esa sensación de emoción muy parecida a la que todos los mexicanos deben estar sintiendo en ese momento, que tampoco es para tanto, básicamente es segregación hormonal del cerebro y actividad cardiovascular motivada por el estimulo visual.

En todos y cada uno de los mundiales que me ha tocado presenciar en mis 27 años se ha repetido la misma historia, perdemos con un sentimiento generalizado de que pudimos haberlo hecho mejor (o mejor dicho, de que los jugadores del equipo de México pudieron haberlo hecho mejor).

Le comentaba a un amigo mi opinión, creo que en el fondo de la tragedia mexicana, de esta situación que todos conocemos y que hasta chistes se hacen al respecto, como el ya clásico cuento de la cubeta llena de cangrejos, subyace muy en el fondo una profunda y generalizada incompetencia que no nos hemos podido sacudir generación tras generación. Es decir, seguimos siendo, en cierto sentido, el mismo pueblo ignorante que no ha podido consumar la lucha de independencia.

Esa es mi opinión, en cierto sentido seguimos siendo un pueblo ignorante, una prueba está en que ni siquiera nos atrevemos a llamar a las cosas por su nombre directamente y sin cortapisas, nos pasamos la vida entera utilizando eufemismos para no mencionar lo obvio, nos referimos a construcciones idílicas como "el aguante de los mexicanos", "el pueblo trabajador", "la raza de bronce", "jugamos con coraje y con corazón" o nos contentamos con presumir la más extendida de las mentiras que nos hemos creado "el ingenio del mexicano".

Ya no podemos seguir mintiéndonos a nosotros mismos, la verdad puede doler pero definitivamente duele más vivir en la mentira y ya es hora de afrontarlo. No es cierto que los mexicanos seamos creativos, si realmente fuésemos un pueblo creativo, en general, no estaríamos en la situación en la que estamos, ni seriamos el país tercermundista que somos, así de simple.

Y no me malinterpreten por supuesto que México tiene grandes personalidades, gente muy creativa, pero yo me refiero a que en general, como pueblo, como masa, desde un punto de vista sociológico más que psicológico, en promedio no nos destacamos por ser un país creativo.

La creatividad lleva implícito el verbo crear, y contrario a esto, nuestra economía y el manejo de nuestro gobierno, nos está aproximando a convertirnos en un país con industria maquiladora, somos mano de obra, así se nos ve en el extranjero y esa es nuestra tarjeta de presentación, somos "el pueblo trabajador". Bueno pues la mala noticia es que nuestra industria no es creativa.

Para poder hablar de un país con ingenio y creatividad primero debemos entender claramente lo que es la creatividad. La creatividad es lo que nos ha permitido emerger desde nuestros primitivos inicios hasta el lugar preponderante que hoy ocupamos en la cadena de la biodiversidad de este planeta.

Es la creatividad al lado de la investigación y la conservación del conocimiento previamente adquirido lo que nos ha permitido, gozar de todo lo que en este momento nos rodea, desde las básicas comodidades como un techo sobre nuestras cabezas hasta las más complejas tecnologías que se renuevan día con día.

Por ejemplo mientras escribo esta entrada, me encuentro en mi casa disfrutando de una refrescante brisa que viene de mi ventilador, esto es posible gracias a Schuyler S. Wheeler.

Hasta antes de 1882 si las personas querían refrescarse tenían que salir al aire libre o ventilarse con artilugios manuales. Afortunadamente un buen día a nuestro amigo Schuyler se le ocurrió unir un par de aspas a un motor eléctrico y de esa forma mejoro en este aspecto la calidad de vida de todos desde las personas de su tiempo, hasta quienes nos servimos de su invención en la época actual.

De esto se trata la creatividad de unir dos o más cosas que ya existían y darles un nuevo uso, muchos afirman que no hay nada nuevo bajo el sol, todo lo que se inventara algún día ya existe de hecho, y esto en cierto sentido es cierto.

Schuyler unió algunas aspas que ya existían con un motor eléctrico que invento Michael Faraday, que a su vez se apoyo en los descubrimientos del químico danés Oersted, y así podríamos seguir la cadena causal cada vez más atrás hasta perdernos en las tinieblas más antiguas de la historia.

Lo que podemos recalcar es que la creatividad personal recae en la creatividad de quienes han estado antes de nosotros y de quienes nos rodean, de la misma manera que en nosotros también recae la responsabilidad de contribuir con la creatividad de nuestros contemporáneos y con la de quienes habrán de sucedernos.

Sin embargo algo tan importante como la creatividad, suele dejarse al azar o al desarrollo intuitivo, sobre todo en países como el nuestro, o pregúntense, ¿Cuántos de ustedes que me leen han ido a un curso de verano de creatividad? o peor aun ¿Cuántos de nosotros llevamos la asignatura de creatividad cuando cursamos la primaria?

La creatividad debería ser sujeto de estudio, incluso desde la formación primaria más básica. Dependemos de nuestra capacidad mental para seguir avanzando como especie y sociedad, ya es tiempo de agregar a nuestra educación cotidiana las herramientas que nos faltan, esto claro en el caso de que queramos brillar como pueblo mexicano que somos.

Debemos buscar poner en alto nuestra imagen como individuos, y por consecuencia como país, todos los días de la semana, durante todas las semanas del año y no limitarnos a enloquecer y pintarrajearnos la cara cada cuatro años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario