martes, 5 de agosto de 2014

EL VIRUS DE LEER.

Un escritor que sabe su oficio, se le puede leer de corrido, y terminar de leerlo casi sin darse cuenta.

Recuerdo que fue en mi primer semestre de la carrera, donde a pesar de estar en una facultad de ingeniería y diseño, una de las maestras que nos dio, no sé qué clase, tenía un carácter muy literario.

Nos encargaba trabajos escritos casi todos los días, los cuales ahora que los veo a lo lejos, me parece que los podría despachar en cinco minutos o menos. Pero a los 17 años, sin internet y con una antediluviana máquina de escribir, aquello me parecía un reto muy grande cada día.

En su clase fue donde leí por primera vez a Umberto Eco y algunos textos de los que lamentablemente no recuerdo, ni sus títulos, ni sus autores, por aquel entonces yo era un muchacho distraído y tampoco me interesaba mucho la “literatura seria”.

Esas primeras lecturas a inicios de mi carrera, estaban muy alejadas de lo que yo acostumbraba en aquel entonces, que eran cosas del tipo ciencia ficción, como Asimov, Bradbury y los “best sellers”, para adolescentes de la era anterior a Harry Potter. Recuerdo con especial énfasis un libro de la Bruja de Blair, que logré leer en una sola tarde a costa de un buen dolor de cabeza.

Para mi fueron un buen avance para mi posterior etapa de “lecturas adultas”, que empecé sin pro ponérmelo, a partir de los 18 años. La lectura es un virus que, según mi experiencia, solo puede contagiar apocas personas, pero cuando te contagia, es muy fuerte y para siempre.

En esa clase descubrí también la diferencia entre los grandes escritores que hacen verdaderas obras de arte y los escritores que solo son buenos. Un escritor que sabe su oficio, se le puede leer de corrido, y terminar de leerlo casi sin darse cuenta. Personalmente no sé cómo se logra esto, creo que va mas allá del simple uso correcto de la gramática y la sintaxis. Se trata de seducir al lector simplemente usando letras puntos y comas, los grandes escritores logran hacerlo.

Se dice que detrás de todo lector hay un escritor, podría decirse que, quien ahora lee, algún día intentará escribir. Pero aunque ninguno de nosotros llegara jamás a ganar un premio Nobel de literatura, es indispensable que todos seamos lectores regulares, no solo de periódicos, sino de toda clase de literatura, noticiosa, de entretenimiento, de divulgación y hasta técnica. Por que pensemos ¿Cuantos inconvenientes nos evitaríamos si estuviéramos acostumbrados a leer manuales?

En youtube me ha tocado ver canales de personas que en la sección de libros ponen cosas como “quiero leer un libro, pero no se cual”, así que la invitación de este post es:

Lee un libro.

¿Cuál?

Cualquiera. Ve a una librería y agarra el libro que mas llame tu atención, ya sea por la portada, o por su forma, o porque es el más barato que te encontraste, (en casi todas las librerías hay series de libros clásicos muy baratos y que ninguno tiene desperdicio) llévalo a tu casa y léelo.

Como dije antes, si es de un autor clásico es casi seguro de que podrás leerlo sin cansarte. Pero aquí está la apuesta, si leíste un libro no puedes detenerte ahí.

Varias veces me han preguntado que si me quedara atrapado en una isla desierta ¿Qué libro me llevaría? O peor aún, si tan solo pudiera leer un libro en la vida ¿Cual libro sería? La respuesta es ninguno. Si estas decidido a solo leer un libro en la vida, lo mejor es que no leas ninguno.

El acto de leer es muy parecido al acto de ver películas, la lectura al igual que las películas nos entretienen, pero también pueden llegar a formarnos. Seguramente recordarás que en algunas ocasiones, las personas utilizan frases de películas para aplicarlas a su vida diaria, o bien se conducen en ciertas situaciones como creen ellos se conduciría cierto personaje de películas que ellos admiran.

Bueno, están en todo su derecho, aunque habremos quienes preferimos guiar nuestras vidas con los preceptos de figuras históricas un poco más elevadas y sobre todo reales. El punto es que los libros, al igual que las películas, son cosas que ponemos en nuestra cabeza y seguirán ahí mucho tiempo después de haberlos visto o leído, el objetivo entonces es leer muchos, para tener una visión muy nutrida y así lograr reunir muchos universos dentro de nuestro universo.

Esto se resume mejor en la cita de Santo Tomas de Aquino: “Teme al hombre de un solo libro”.

Así que si te encuentras leyendo tu primer libro, o el segundo o el libro numero 120 de tu lista de lecturas, recuerda que siempre deberás leer uno más, y no te preocupes por cual libro leerás después, siempre encontrarás uno que te llame la atención, en España se editan unos 75 000 títulos al año.

Ni en toda nuestra vida alcanzaremos a leer todos los libros que se editan en un solo año, sin embargo lo que alcancemos a leer seguramente será en nuestro provecho.

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