lunes, 4 de agosto de 2014

VIEJOS CONOCIDOS.

 Y sigo publicando estas paginas de mi juventud, al mismo tiempo que me pregunto si esto no me meterá en problemas algún día. Pero por lo pronto disfrutemos. En esta página que les presento hoy menciono por primera vez a una niña que acaparó mis fantasías durante todo el año escolar. Es curioso como en esa etapa de la vida el amor eterno duraba el mismo tiempo que duraban las clases.

Las descripciones que leerán aquí, y en próximas transcripciones de este diario de preparatoria, sobre las personas y las circunstancias que viví seguramente estarán magnificadas por el ojo inexperto, y el cerebro hormonizado de un servidor en aquellos años. De hecho es muy afortunado que no haya conservado ninguna fotografía o video de aquellas épocas, pues de seguro no sería nada comparado con las descripciones apasionadas que me aventé en estas paginas.

Antes de publicar todo esto estuve considerando el cambiar los nombres que aquí pongo, pero finalmente decidí que no tenía caso, si al final de cuentas en el mundo existen muchos Goyos, Rubi y Anahí, además de que al finalizar la preparatoria ya no tuve ningún contacto con nadie de los que aquí se mencionan. Así que en resumidas cuentas… YOLO.

Por cierto, a lo mejor se preguntan, que demonios es “Chupi”, pues no es más que el apodo de uno de mis amigos de aquella época. Nunca supe cual era la razón de ese apodo, pero todo mundo le llamábamos así siempre.


05 de septiembre del 2000. VIEJOS CONOCIDOS.

En el salón de clases me tocó con dos personas que yo ya conocía. Uno de ellos es mi amigo "Chupi” con el que me juntaba en la secundaria, y ahora nos sentamos juntos. También está Goyo, que era un amigo de la primaria, y que desde entonces lo recordamos por ser exagerado y mentiroso en lo que platica. Y es que en los tres años de secundaria parece que ninguno de nosotros hemos cambiado nada.

En el salón también tocó con nosotros Rubí, que es una chava que estaba con nosotros en el colegio, en la primaria, y que en ese tiempo me gustaba. No sé por qué pero ahora ya no tanto. O sea ella todavía es bonita (muy bonita) pero en este tiempo me cambió la forma en la que me gustan las mujeres. Y de eso me di cuenta hace unos días que estaba hablando con Goyo en la mañana antes de que empezaran las clases.

Pues estábamos en el salón y muchos apenas estaban llegando y Rubí se levantó de su silla para abrir una ventana, las ventanas del salón están muy arriba y son pequeñas, seguramente para evitar que nos distraigamos los que estamos adentro. Ella se tuvo que subir a un banco para alcanzar a abrirla. Entonces Goyo que estaba hablando conmigo me hace la señal para que voltee a verla que estaba forcejeando para abrir la ventana, con tan buena suerte que nos estaba dando la espalda (aunque su espalda no fue lo que le llamó la atención a Goyo).

No voy a negar que siempre es interesante ver el trasero de una mujer en movimiento y enfundado en unos pantalones de mezclilla ajustados. Pero en este caso no eran como para recrearse y perder el aliento. Aun así Goyo insistió en que se le hacía bien buena y se le antojaba, bueno allá él.

A la que sí me gustaría ver en esa posición, o en cualquier otra posición, es a Anahí. Ya había puesto aquí lo que eran las chavas que consideró las tipo “hentai”, bueno pues Anahí es una de ese tipo. Tiene unos pechos generosos, redondos y muy apetecibles. Pero también tiene una cadera ancha, con unas pompis igual de generosas que los pechos, las cuales resaltan con sus pantalones de mezclilla ajustados (aunque para mí que lo de los pantalones ajustados no es a propósito, sino que cualquier pantalón que se ponga le queda así de apretado, aunque ella no quiera).

Ella se sienta en la fila de al lado de la mía, un par de asientos atrás, de modo que cuando me volteó a platicar con “Chupi” muchas veces me toca verla sentada con las piernas apoyadas en el cajón de los libros del pupitre de adelante, de tal manera que veo un ángulo muy estilizado, y sugerente, de sus muslos, glúteos y hasta parte de las ingles, que son la antesala de lo más recóndito de todas las mujeres pero que, por culpa de sus pantalones, me tengo que conformar con imaginármelo.

Me imagino que sería verla en esa posición, pero usando una falda como en la secundaria. Seguro que sería la gloria. ¿Me pregunto si algún día llevará falda a la escuela? Tendré que esperar paciente el tiempo de calor.

En otras noticias, ahora me junto con “Chupi”, Juan Carlos, Goyo, y con uno que se llama Raúl y habla raro. Así que con ellos es con los que hablo cuando no estoy viendo cómo Anahí se levanta de su silla y camina para ir a sacar punta, tirar algo en el bote de basura o ir a que le revisen algo en el escritorio. El resto del día lo tengo disponible… 

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